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Vicente Montes

Ceremonial

El significado del acuerdo presupuestario de la izquierda

Hubo ayer cierta ceremonia de la confusión respecto al acuerdo presupuestario entre PSOE, Podemos e IU que conviene aclarar. De facto, el único acuerdo relevante es el que salga de la votación en la Junta: otra cosa son las escenificaciones sociales que eso propicie. De ahí que no hubiese ningún representante del Gobierno en la firma del documento entre Adrián Barbón y Daniel Ripa. La acción es simétrica a la que al año pasado se produjo entre el PSOE e IU para tratar de atraer a Podemos, sin éxito entonces.

Hay dos realidades inapelables en este acuerdo inédito de la izquierda. Primero, que va en contra de los guiones clásicos: lo normal es que la izquierda se entienda al principio de legislatura y rompa al final, a medida que se acercan las elecciones. Segundo, que precisamente ocurre al final, en esta ocasión, porque se está produciendo un cambio en el guión que interesa, en especial a Podemos.

Desde el principio, había más argumentos a favor del pacto que en contra; sobre todo por el acuerdo nacional. Aunque Podemos Asturies sea una ínsula en el universo podemista, sí se siente condicionado. Además, las voces internas en los morados ya ponían el acento en la necesidad de abandonar cierta imagen obstruccionista para abrazar otra de mayor utilidad. Entre los socialistas se extendió el rumor de que Morala y Carnero, los santones de la CSI, habían ya bendecido el apoyo a las cuentas. "Eso es un mito", dicen algunos podemistas, "la CSI no manda tanto".

Sea como fuera, el acuerdo sólo había que vestirlo bien. Las negociaciones intensas del último fin de semana se catalizaron con la entrada en danza de Adrián Barbón, líder de la FSA. Daniel Ripa y él hablaron por teléfono el domingo, pero ya lo habían hecho el viernes anterior. La intervención de Barbón fue determinante a ojos de los podemistas, para así "visibilizar" que hay un PSOE con el que se puede llegar a acuerdos y otro, el de Javier Fernández, que es intratable. La verdad es que Barbón no se separó de la estrategia compartida con la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo; la secretaria de organización, Gimena Llamedo, y el portavoz parlamentario, Marcelino Marcos Líndez.

¿Qué es lo relevante de este acuerdo? Que deja sobre la mesa una vía de comunicación que hasta ahora no existía en la izquierda. No se engañen, tanto PSOE como IU y Podemos tienen la mirada puesta en las elecciones y los tres saben que una alianza tripartita es una de las opciones más probables para conseguir un Gobierno estable frente a la derecha. Por si acaso, con este Presupuesto, todos han estado encendiendo sus velas al santo que decida lo que salga tras las urnas.

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