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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Distintas sensibilidades

Queden tranquilos, que el subsecretario del Ministerio de Industria (¿había que hablar de Ministerio o de misterio sin resolver?) acaba de decir que el Gobierno "tiene sensibilidad industrial y ambiental" y que no debe existir "alarma en Asturias" porque se pretende "una transición ordenada" en materia energética. Queda uno más tranquilo a la vista de este discurso conciliador. Por fin llegan unos que en vez del medio ambiente van a resolver el ambiente entero...

Lo que preocupa es cómo se puede tener a la vez sensibilidad industrial y ambiental y de qué manera compatibilizar sensibilidades contrapuestas, puesto que otros departamentos del Gobierno apuestan por la descarbonización exprés a las bravas, lo que para esta región supondría el constipado de cierta industria y la tosferina para cientos de empleos. Si se opta por lo verde para denigrar de lo negro habrá que contemplar que, en ocasiones, la negritud blanquea, de igual forma que el afán de verdear puede sumir a ciertos sectores en la oscuridad. Por ejemplo, en Gijón el cierre de las térmicas supondrá sepultar el 23% de los tráficos de El Musel, lo que en cuentas supone pasar de los beneficios a las pérdidas. También puede que vayamos camino del apagón, a la vista del precio de la energía eléctrica.

No es que Asturias no deba repensar su futuro en verde (¿existe región, acaso, más apegada a ese color que la nuestra?), ni que los combustibles fósiles tengan las horas contadas. Estamos de acuerdo en ambas premisas. Pero a la vista de la revolución agitada que sobreviene, dediquémonos a idear un nuevo modelo de región que haga compatibles usos tradicionales y nuevas tecnologías; sostenible y poderoso. No lo que hay, que amenaza escombro y ruina.

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