Si no han escuchado aún al Coro Joven de Gijón no pierdan la oportunidad de hacerlo. Desconozco la fecha de su próxima actuación, pero deberían anotarla en su calendario cultural como una cita ineludible. No es una exageración decir que uno sale del concierto de estos chicos y chicas con lágrimas en los ojos, que hacen brotar la emoción que sus voces, tan bien acompasadas, transmiten; tanto como la ilusión y el empeño que ponen. Aun así, todos estos argumentos se quedan cortos cuando se les atiende en directo, porque se trata de un grupo coral que podría codearse con cualquier formación musical de su edad. Además del acierto del repertorio, hitos de la música contemporánea que a los que pasamos de los cincuenta nos suenan muchos y nos acercan recuerdos de mejores tiempos.
Dicen que los "Queen" jamás pudieron repetir en directo su "Bohemian Rhapsody" de estudio, un corte de ópera rock que inmortalizó uno de sus discos señeros, "Una noche en la ópera", y que un grupo de expertos musicales calificó hace unos años como la mejor canción de todos los tiempos. Sepan que la versión que estos chavales han conseguido con Santi Novoa al frente es memorable. Deberían grabar un ensayo y lanzarla a las redes sociales. Estoy convencido que se convertirá en viral.
Puede que sea cierto que la música amansa a las fieras, pero no es menos verdad que empodera a los mansos. El poder mágico del canto coral es tal que un grupo heterogéneo de chicos y chicas de Gijón ha conseguido que todas sus voces juntas suenen, y sueñen, como una sola.
