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Vicente Montes

Apuntes De Mecánica Política

Vicente Montes

La UGT y la FSA no sintonizan

La ya difícil relación del sindicato hermano del PSOE con la actual dirección socialista asturiana se hace más distante ante la comisión parlamentaria por los fondos de formación | Asoma el fantasma de la desmovilización electoral

Hubo un tiempo en el que la Unión General de Trabajadores (UGT) actuaba, disciplinada, como un activo músculo del PSOE asturiano. Es cierto que en la época de José Ángel Fernández Villa el sindicato minero SOMA ejercía de guardia pretoriana, pero la UGT, con sus casi 40.000 afiliados, exhibía una capacidad de movilización que suponía una garantía electoral.

Sin embargo, esos tiempos han cambiado. Aquella sintonía entre el sindicato y el partido se ha perdido: ya no bailan con la misma música e, incluso, existen disonancias entre ambos. La más reciente, que ha encendido a los sectores clásicos de la UGT, ha sido la incapacidad de la Federación Socialista Asturiana para impedir que la comisión parlamentaria para investigar los fondos de formación se convierta en un escaparate de incómodas declaraciones de dirigentes sindicales a meses de las elecciones autonómicas de mayo próximo.

LA NUEVA ESPAÑA desveló los entresijos de una historia que terminó con la dimisión como portavoz adjunta de la diputada socialista gijonesa Carmen Eva Pérez. Los grupos parlamentarios del PSOE, IU y Foro en la Junta General habían acordado un tácito boicot a las intenciones de Podemos de activar la comisión parlamentaria sobre los fondos de formación. Para ello, los diputados de las tres formaciones se ausentarían de la sesión constitutiva, lo que impediría que hubiese el quórum necesario. Eso permitiría retrasar la actividad de esta comisión, de modo que las comparecencias quedarían para la próxima legislatura. Sin embargo, Podemos, también azuzado por Ciudadanos, lanzó un órdago a la FSA al afirmar que si no se celebraba aquella sesión daría marcha atrás al acuerdo para aprobar los Presupuestos. Aunque fuentes de la FSA niegan que hubiese una llamada directa al secretario general de los socialistas asturianos, Adrián Barbón, lo cierto es que la secretaria de organización, Gimena Llamedo, irrumpió en el grupo parlamentario y ordenó a una diputada que acudiese a la sesión para evitar el boicot, según relataron fuentes parlamentarias socialistas. El resultado es que dirigentes ugetistas, de Comisiones Obreras y de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) deberán declarar en el Parlamento sobre un asunto peliagudo: el destino de los fondos de formación, que precisamente investiga un Juzgado ovetense.

"Resulta increíble que el PSOE asturiano se haya plegado a esa estrategia de Podemos, que claramente busca beneficiar a la Corriente Sindical de Izquierda (CSI), apoyo firme de los podemistas", sostienen fuentes ugetistas. "No se trataría de que se impidiese la investigación, sino de actuar contra un calendario impuesto por Podemos con claros fines electoralistas", añaden.

Después de aquel episodio, tras el cual presentó su renuncia Carmen Eva Pérez, las aguas no se han calmado. El portavoz socialista en el Parlamento, Marcelino Marcos Líndez, ha tratado de templar ánimos con el líder de la UGT en Asturias, Javier Lanero. Pero el cabreo en el sindicato sigue activo y se suma al malestar ya existente por la íntima relación de la actual cúpula socialista con el sindicato SOMA. Las mayores tensiones entre ambas centrales, "hermanas" del PSOE, se produjeron cuando se planteó la fusión del sindicato minero y de la rama del Metal ugetista en la Federación de Industria y Afines. Aquella batalla ha quedado en suspenso, aplazada "sine die", pero las heridas de aquella contienda siguen abiertas.

Este malestar se suma a otro, generacional, que sigue latiendo en el PSOE asturiano: el de aquellos dirigentes que han visto cómo la renovación sanchista los ha dejado fuera, aunque el partido ahora les reclama que ejerzan "pedagogía" para captar votos en las próximas autonómicas y municipales.

En este clima, el resultado de las elecciones andaluzas, en las que el PSOE de Susana Díaz no pudo prever el batacazo en las urnas, alienta el fantasma de la desmovilización. "En Andalucía el drama para los socialistas han sido los 400.000 votos perdidos y que no han ido a ninguna parte: simplemente se quedaron en casa", sostienen fuentes próximas al sindicato, que se preguntan "qué efecto puede tener en Asturias la falta de interés de la UGT por movilizar el voto a favor de la candidatura autonómica de Adrián Barbón". Hay cierto aroma a amenaza velada en este planteamiento, máxime cuando dirigentes del sector del Metal, el más poderoso de la UGT, defendían la presentación de una candidatura alternativa a la de Barbón en las primarias, encabezada por el actual consejero de Presidencia, Guillermo Martínez.

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