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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Luces de Navidad

En un gesto de valentía que le honra, el presidente de la patronal regional de hostelería, que regenta un establecimiento en Oviedo, destacó ayer la ambientación navideña de Gijón. De la de la capital dijo que es "distinta", que resulta manera discreta de señalar que no alcanza ni por asomo a la propuesta gijonesa.

Almeida, que vino a apoyar con su presencia una nueva iniciativa municipal, los "jueves de sidra", destacó además la "buena sintonía" con el Consistorio gijonés, del que dijo que es "el que más apoya" de la región las iniciativas de los hosteleros. Lo que también suena a reproche de la actitud de los munícipes que gobiernan, en tripartito, el Ayuntamiento ovetense. Como el mismo presidente de la patronal reconoció en su discurso de ayer, "nada es casualidad"; aunque tal vez pecó de hiperbólico al afirmar que "para ver si una ciudad está viva, sólo hay que fijarse en sus concejales". Las ciudades generalmente las avivan quienes en ella habitan, y los que mandan a veces ya hacen suficiente si no estorban.

Dicho lo cual, es de justicia reconocer que la iluminación navideña de Gijón este año roza la espectacularidad. Subsanadas las críticas iniciales por el número de calles que iban a disponer de luces, la mayoría de los ciudadanos reconoce que la propuesta lumínica de la empresa adjudicataria resulta brillante. Da gusto pasear al atardecer por las calles del centro de Gijón y cruzarse con cientos de personas con la sonrisa encendida.

Al actual equipo de gobierno se le recordará sobre todo, cuando finalice su segundo mandato consecutivo, por el éxito de su propuesta navideña, que va más allá de los arcos de luz. Se les podrá criticar otras decisiones, pero al llegar diciembre se les enciende la bombilla y aciertan.

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