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Latidos de Valdediós

Campeones

Pocas veces he disfrutado tanto viendo una película como hace unos días con "Campeones". Me he reído muchísimo, hasta dolerme el estómago y las costillas, y he llorado conmovida hasta el fondo de mi corazón.

No pretendo hacerle publicidad la productora, pero ha sido una experiencia tan enriquecedora que la recomiendo porque esta película es como un soplo de aire fresco y renovado que te oxigena el alma y te impulsa en la vida a amar y hacer el bien.

Me quedo con un par de frases que me han conmovido, y sólo cito dos, porque no puedo alargarme: "el equipo me necesita". Estas palabras las dice Marín, uno de los discapacitados, en medio de un partido, seriamente lesionado, cuando el entrenador le indica que vaya a la enfermería. ¡Cuántas veces nos olvidamos de que no vamos solos por la vida! Perdemos la perspectiva real de las cosas y llegamos a la conclusión de que nosotros somos lo más de lo más y nuestra vida es nuestra y sólo nos afecta a nosotros. Y aquí vemos cómo esta gente que es "discapacitada" entiende lo que muchos "capaces" no entendemos: que no nos podemos centrar en nosotros mismos por serios que puedan parecer nuestros problemas, que lo importante son los demás miembros del equipo y el equipo en sí.

Otro diálogo que me pellizcó por dentro es el del entrenador con los jugadores antes de un partido en el que les dice que van a jugar contra un equipo con pocas posibilidades, bastante inferior a Los Amigos, y les dice: "sois los mejores y vais a salir a la cancha y los vamos a machacar. ¿Estamos de acuerdo?". Y una de las discapacitadas le contesta: "Pues no: no estamos de acuerdo". El entrenador, con cierto mosqueo, le pregunta: "¿en qué no estamos de acuerdo?, ¿se puede saber?" Y Collantes, la jugadora con discapacidad, le contesta: "en lo de machacarles: si somos los mejores, vamos a la cancha a ganarles, no a humillarles". Sin comentarios. Muchas veces los de capacidades diferentes nos dan cien mil vueltas en sabiduría humana y sentido común a los "capaces", está clarísimo.

Me queda agradecer a Dios que haya personas como Ángel Fesser, Javier Gutiérrez y todo el equipo de rodaje de "Campeones", porque con su trabajo han derribado muchas murallas de prejuicios y nos han acercado el mundo de la discapacidad. Gracias por la valentía de un trabajo así, todo un reto: trabajar con personas que no son actores y con el plus de la discapacidad intelectual. Gracias porque han sabido hacer de su trabajo, muy bien hecho, algo que sirve a la sociedad espoleándola y redireccionándola a lo verdaderamente importante. Gracias por haber sido capaces de arriesgar, por regalarnos esta película sensible, pero que no cae en el sentimentalismo.

Copio a continuación las palabras de Fesser que definen a la perfección lo que me ha enamorado de esta película: "La inocencia que destilan todos los actores, su falta de prejuicios, esa limpieza, tan infantil, de mirada y de alma. Tenía la sensación de estar trabajando con niños, pero no porque fueran inmaduros, sino por todo lo contrario, por la madurez que hay que tener para convertir cada pequeño reto del rodaje en algo ilusionante".

Un fuerte abrazo y hasta el próximo viernes.

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