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Vicente Montes

Apuntes de mecánica política

Vicente Montes

Queridos Reyes, denme un candidato

El PP asturiano se muerde las uñas como nunca aguardando por la decisión que adopte Casado sobre las listas

Las listas de deseos ante los Reyes Magos de partidos como el PP o Cs podrían limitarse a uno: "Denme un candidato, que llegue pronto". "Y que sea yo", podría añadir cada cual. El Partido Popular asturiano, por ejemplo, aguarda expectante a que Pablo Casado marque la fecha (parece que podría ser el 10 de enero, aunque no está claro dónde) para anunciar quiénes serán el candidato autonómico y el municipal en Oviedo. Precisamente en este concejo, por ser capital de provincia, la dirección nacional se reserva la última palabra. La incertidumbre es máxima: nadie en Asturias es capaz de poner la mano en el fuego por ninguna opción. Tal vez quien pudiese hacerlo sería la presidenta y portavoz parlamentaria, Mercedes Fernández, pero apenas traslada ni a sus más cercanos colaboradores lo que está pasando. Tal es así que los mentideros del PP asturiano hierven por cualquier gesto de la presidenta asturiana. Apenas hay información fiable más allá de los deseos de cada cual. El PP ovetense, gobernado por Agustín Iglesias Caunedo, da por hecho que ganará la batalla sobre la decisión de la candidatura local, lo que a algunos hace creer que, por equilibrio salomónico, será Mercedes Fernández la candidata autonómica; otros en cambio barruntan que habrá relevo.

Deberá ser Ciudadanos el que debería aclarar también este mes su cabeza de cartel. Todo parece indicar que el exrector Juan Vázquez alcanzará un acuerdo para liderar la candidatura autonómica; queda únicamente negociar los flecos. En él ven los de la formación naranja un perfil más próximo a la izquierda que les permitiría despojarse del sambenito derechista. La jugada se observa con expectación en el PSOE, hasta el punto que no sería descabellado pensar en un acuerdo PSOE-Cs en la próxima legislatura. Algunos socialistas, de los que no terminan de dar por cicatrizadas las heridas con el nuevo PSOE, susurran: "Vázquez se llevaría mucho voto descontento socialista, en especial en los sectores de UGT".

Pero quizás la mayor incertidumbre se cierna sobre Izquierda Unida. La batalla entre la dirección regional, la federal y Gaspar Llamazares va ganando ingredientes para acabar en un serio conflicto con sombra de ruptura al fondo. Con todos estos mimbres, hacer apuestas es hoy muy arriesgado: incluso encuestas.

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