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Vicente Montes

Huérfanos en shock

Estupefacción en el grupo parlamentario del PP, baluarte de Mercedes Fernández

El grupo parlamentario del Partido Popular en Asturias ha sido el núcleo duro de Mercedes Fernández en los últimos años. La reacción ayer a la noticia de que la expresidenta de Hunosa, Teresa Mallada, será la candidata del PP en Asturias cayó como una sorpresa inesperada entre los más fieles de la presidenta. Caras largas, teléfonos apagados, silencio y confidencias con cierto regusto a incomodidad fueron lo único que trascendió de los diputados del PP en la Junta General. A media mañana, el secretario de organización, Luis Venta Cueli, mantuvo una reunión en el Parlamento con los diputados del grupo. Él y el diputado José Agustín Cuervas-Mons (sonaba como favorito de Fernández para Oviedo) eran los que, según asistentes, mostraban una mayor perplejidad.

"Terremoto en el PP. ¿Me preguntas de qué grado en una escala de 0 a 10? Pues un 11", aseguraba un dirigente local popular. Aguas abajo, hacia las juntas locales y ante quienes esperaban sus nombramientos como candidatos y en las listas de cara a las elecciones autonómicas y municipales de mayo, la sensación era de desconcierto. "Todo está patas arriba, no me atrevo a asegurar nada", afirmaba un dirigente territorial. La dirección nacional trasladó que, ante este nuevo escenario, mejor tomarse con calma las designaciones de candidatos, en especial Gijón, donde Mariano Marín había dado un paso al frente. La ausencia de Mercedes Fernández durante todo el día (prefirió rodearse de su familia y allegados y meditar sobre su futuro inmediato) avivó la sensación de orfandad.

El hervor en que se había convertido el PP asturiano, con los rumores de un relevo de Mercedes Fernández que los suyos negaban con insistencia, borbotó ayer más que nunca. Hay una sensación entre la cúpula de los populares de que se hallan en un sálvese quien pueda, que hay que correr hacia los botes salvavidas.

"Me asomo a la ventana, eres la chica de Aller", comentaba con sorna alguien al referirse a la sorpresa con la que los dirigentes más próximos a Mercedes Fernández han recibido la designación de la allerana. El nombre de la expresidenta llevaba sobrevolando el partido desde hacía varios meses; los viajes a la sede del PP en la madrileña calle de Génova de quienes porfiaban por un relevo se habían intensificado en las últimas semana. Indicios para temerse la sorpresa había bastantes, pero nadie en el entorno de Mercedes Fernández creyó que pudiesen pesar tanto.

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