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La Ciudad Y Los Días

La necesaria renovación municipal

El riesgo que hay que correr ante un Oviedo estancado

En lo que llevamos de régimen democrático, es decir unos 44 años, me parece que se han sucedido en Oviedo siete alcaldes: Félix Serrano, Eloína Suárez, Luis Riera, Antonio Masip, Gabino de Lorenzo, Agustín Iglesias Caunedo y el hoy ejerciente Wenceslao López que con Masip han sido los únicos de izquierdas al frente del Consistorio.

Por cálculo de probabilidades, y con las cautelas propias del caso, parece que en la siguiente ocasión tocaría una persona de derechas, por utilizar términos razonablemente convencionales. Aunque, como ahora hay tantas derechas en el muestrario político y el abanico de candidatos podría ser variopinto, habría que referirse a la "derecha derecha", es decir, la de toda la vida.

Provisionalmente, a la espera de futuros acontecimientos, convengamos que a bote pronto tendría probabilidades el sedicente candidato a candidato -digámoslo también así- Alfredo Canteli quien, con toda rotundidad, ha quemado sus naves al frente del Centro Asturiano y hecho unas declaraciones a este periódico verdaderamente arrolladoras por su asombrosa confianza en el triunfo.

Lo que, dicho de otro modo, viene a ser una primera cualidad positiva como es la absoluta seguridad en sí mismo que suele ser contagiosa para el equipo. Característica que puede tener su contrapartida en una de esas sorpresas que a veces nos da la vida. Espero y deseo que no sea el caso pues la ciudadanía conoce la trayectoria del candidato y su efectividad al frente de la entidad ovetense que ha regido durante tantos años.

Se me argüirá que no es lo mismo un ayuntamiento que un club de campo, mas no se puede negar que ambos requieren vocación, capacidad de gestión, carácter resolutivo, creatividad, ambición y, como en el ámbito escolar, conocimiento del medio, que en cierto sentido puede estimarse en paralelo con la popularidad personal del protagonista y sus vinculaciones de siempre con la sociedad ovetense.

Si nos atenemos a la estadística, como apunto al principio, y no sé si decir al sentido común, de los siete alcaldes de la democracia sólo dos fueron de izquierdas, Masip y López, que es al actual. Por lo tanto, la próxima vez, si Pitágoras no miente y se cumple esa regla no escrita y correspondiente con la sociología local, tocaría derecha (o centro derecha, como ahora se dice). La novedad es que tenemos una derecha fragmentada (PP, Ciudadanos, Foro, Vox?),

Todo un riesgo que hay que correr ante un Oviedo ciudad estancado en obras e iniciativas (el Parque, las rondas, el viejo HUCA, la Fábrica de Armas, los Auditorios, el turismo, la juventud, los mayores?) y entretenidos en iniciativas marginales y minoritarias, más preocupados por la parcial revisión de un pasado remoto que ya pertenece a la historia que por las verdaderas competencias municipales y los problemas de hoy y los retos del mañana.

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