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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

El urbanismo tiene un Plan

Si todo transcurre según lo previsto -y no tiene por qué ocurrir ningún estropicio de última hora-, mañana, miércoles, el Pleno del Ayuntamiento de Gijón aprobará el nuevo Plan General de Ordenación, el instrumento legal que ha de regir las reglas del juego del urbanismo municipal en los próximos años.

Lo primero que merece la pena destacar del nuevo planeamiento es que nace con un notable consenso. Que un documento promovido por la derecha cuente con el aval de parte de la izquierda es asunto digno de mención que habla bien del carácter negociador -conciliador incluso- del actual concejal de Urbanismo. No es cuestión baladí que en el toma y daca del proceso de confección del documento, con dos periodos de exposición pública para blindarlo y procurar evitar los errores que provocaron la anulación de los dos planeamientos anteriores, se haya alcanzado un acuerdo de mínimos razonable.

Con todos los parabienes que merecía el plan Rañada de 1999, actualmente en vigor por el "ajusticiamiento" de los dos que le sucedieron, ya era hora que Gijón tuviera un modelo urbanístico diferente al del siglo pasado. Mejor o peor, ya se verá, pero al menos consistente. Tras su aprobación definitiva, ya inminente, habrá que hacer un seguimiento de las actuaciones más significativas que contempla, y en esos detalles se verá si existe modelo de ciudad o se trata de un brindis al sol sin más pericia.

Rañada, el urbanista de cabecera de esta región, dijo en una ocasión que en planeamiento urbanístico "o piensas diez años por delante del político o el plan nace viejo". Veremos si el PGO de Gijón es anciano de cuna o nace como un vigor que garantice su pervivencia.

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