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Alberto Menéndez

Callados, mejor

Es evidente que el proyecto metropolitano de Asturias necesita maduración, pero no tanto por lo que puede llegar a significar en un futuro como por lo que implica ahora, a sólo cuatro meses de las elecciones. Los partidos políticos, unos más que otros, es cierto, no han sabido superar las diferencias derivadas de los localismos a los que tan dados son los asturianos y que en este caso pueden acabar alejando de la región importantes ayudas europeas.

Los proyectos metropolitanos hace ya mucho tiempo que están inventados en España y, por supuesto, fuera de ella. Para que salgan adelante, para que tengan éxito, es indispensable el consenso entre quienes tienen algo que decir sobre la colaboración entre instituciones, organismos o asociaciones varias, acuerdo que en el caso asturiano pasa de forma inexcusable y casi exclusiva por la superación de los localismos.

Es necesario, por lo tanto, erradicar los extremismos. Lo mejor, antes de hablar sin sentido, es analizar lo que está realmente en juego y plantear alternativas si no se está de acuerdo con lo que se propone. Resucitar el cerco a Oviedo, hablar de defender la "sagrada" capitalidad de la ciudad, como ha hecho el candidato del PP a la Alcaldía ovetense, Alfredo Canteli, es sólo una boutade electoralista propia de otros tiempos. Una postura, por cierto, la del expresidente del Centro Asturiano que choca frontalmente con la que mantienen quienes, según dijo él mismo en una entrevista, propiciaron su candidatura, los miembros de la cúpula empresarial de la región, favorables al área central.

Y tan anacrónica como la actitud de Canteli es la de la candidata del PSOE a la Alcaldía de Gijón, la ovetense Ana González, quien, de acuerdo a las tradicionales guerras localistas entre las dos ciudades más pobladas de la región y como si de un partido de fútbol de tratara, "recuerda" al número uno de los populares "que la capitalidad de Oviedo no es que no sea sagrada es que tampoco está recogida en el Estatuto de Autonomía". ¡Venga, más leña al fuego del rancio provincianismo! Y si faltaba algo, pues Podemos también entra en el juego. Y al lado del PP y de Alfredo Canteli. Todo vale.

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