"Cannibal Corpse" es un grupo americano de los muy burros. De esos en los que la voz gutural no da un respiro, la percusión y el bajo pueden llegar a levantar dolor de cabeza y los punteos de guitarra son tan rápidos que los mástiles acaban chamuscados. Uno de los encargados de esa última tarea en la banda, Pat O'Brien, ha protagonizado recientemente una curiosa historia. La siguiente.
Hace unos días el guitarrista (que acaba de cumplir los 50 años) hizo una llamada a sus padres en la que les alertaba de que los alienígenas acababan de aterrizar en el jardín de su chalé de Tampa (Florida). Aquí empieza a torcerse todo. Acongojado por la llegada de los seres de otros planetas (¿otro "caso Roswell"?) O'Brien incendió su propia casa y huyó despavorido. Su fuga acabó cuando entró en la casa de unos vecinos, mientras gritaba que lo estaban persiguiendo. Los agredió y se escondió detrás de una valla. Allí, acurrucadito, hecho un ovillo y con un cuchillo lo encontró la Policía.
La siguiente imagen que obtuvieron los fans de la banda fue la de O'Brien vistiendo un chaleco antisuicidio y declarando ante el juez. Los policías encontraron en la casa del músico todo un arsenal. A saber: 50 escopetas, 10 rifles semiautomáticos, dos UZI (son una clase de subfusiles), 20 pistolas, dos lanzallamas y miles de cartuchos de munición. Lo típico para intentar detener una plaga alienígena.
Sorprendentemente, el juez le sometió a una prueba de drogas de la que, parece, salió limpio.
Todo esto no quita para que O'Brien tenga el honor de haber sido el autor del que se considera como uno de los temas más técnicos del "death metal" y que lleva el título de "Frantic Disembowelment". La banda sólo ha podido tocarlo una vez en directo debido a su dificultad. Curioso, pero la canción no habla de extraterrestres.
