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Paciencia

Hay tiempo hasta el divorcio y la pelea por la custodia de la progenie "indepe"

Menos mal que el más listo de la clase puso paz, que si no, Puigdemont y Junqueras se baten en duelo con arcabuces antes del juicio del "procés". Fue salir Torrent con eso de que "la prisión y el exilio son dos caras de la misma moneda", es decir, que los dos padecen por igual la represión del Estado (sólo que el uno de viaje en viaje por Europa y el otro en la cárcel desde noviembre de 2017), y tan amigos, oye, que ya habrá tiempo para el divorcio y la pelea por la custodia de la progenie "indepe".

Puchi dijo el martes que tendrá "paciencia" hasta que el tribunal de Marchena dicte sentencia, contestando al recadito que el mosén le había mandado desde las páginas de "Le Figaro" comparándose con Sócrates y Séneca y su admirable "responsabilidad cívica y ética" (bien que obviando lo de administrarse la cicuta, porque es pecado).

No, no, el líder de ERC no estaba aludiendo ladinamente al pesebrista de la Crida y el "espacio libre" de Bruselas. Puchi lo pensó, pero lo descartó enseguida porque al dios de Oriol le ofende sobremanera la envidia. Él, en cambio, es un republicano sin ataduras religiosas y puede (y debe, por el bien de Cataluña) contrarrestar como sea la larga exposición mediática de que gozarán los presos del "procés". A esa "paciencia" se refería en su respuesta al recadito.

Pero no va a estarse quieto y hará lo que mejor sabe: reclamar su "restitución" en el cargo de president, con la ayuda inestimable de sus corifeos favoritos, Eduard Pujol y Josep Costa (vídeo de ayer mismo), y molestar a Torrent con un recurso ante el TC para que le devuelva el voto delegado que el presidente del Parlament le retiró.

Resucita así los dos asuntos que más han enfrentado a los partidos del Govern y vuelve a amenazar su estabilidad, para lo que tampoco se requiere demasiado ingenio, pues Torra, el president-secretario, prefiere estarse en Madrid viendo el juicio que gobernar lo que no entiende ni quiere gobernar. Pero no se confundan: no es escapismo, no es dejación, es una nueva forma de desobediencia.

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