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Sol y sombra

Una coartada en bandeja

Ejemplaridad fiscal y blanqueo soberanista por parte del Gobierno

Los fiscales están siendo ejemplares, por no decir heroicos, en su defensa del estado de derecho y de la democracia frente al victimismo faltón y retador de los imputados por el procés, que se dedican a dar mítines en vez de responder a las preguntas de la acusación. Estos acusados lo que pretenden es hacerse oír y que el mundo ingenuamente los considere una camarilla pacífica de mártires del voto: siguen la consigna de la fama que los antiguos describieron como un hosco ser alado, habitante de un palacio de bronce, cuyas paredes resonaban continuamente. En apariencia son unos mindundis, Rull, Turull, Romeva, etcétera, pero no paran de dar la matraca, y repitiendo las mismas mentiras captan voluntades insospechadas dispuestas a retorcer, como ellos, la realidad con tal de tener la fiesta en paz.

En su beneficio han contado con la inestimable ayuda de este Gobierno que los invitó a sentarse a una mesa, de igual a igual, para dialogar sobre los presupuestos del Estado. El propio Sánchez ha blanqueado el soberanismo ofreciéndole, de coartada, la imagen que pretende proyectar en Europa ante las cancillerías desconcertadas y los tribunales confundidos, que por lógica empiezan a preguntarse cómo pueden ser juzgados por delitos de rebelión los dirigentes que el Gobierno llama a negociar los presupuestos de todos los españoles. ¿No es un auténtico despropósito?

Turull pone el mandato de las urnas por encima de la ley. Y el PSOE vota con los independentistas en contra de que se penalicen los referendos ilegales. La coartada prosigue. No ha concluido el juicio y ya se habla de indultos. Nunca se vio. Debe de ser el único caso en la historia.

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