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Sol y sombra

El riesgo de caída o rotura

Un país pendiente de los muertos y a merced del fanatismo electoral

He leído que la maniobra para exhumar los restos de Franco comporta un "riesgo evidente de caída o rotura" de las personas encargadas de levantar el cadáver. Resulta prodigioso que alguien tan tieso como una mojama pueda infligir daño después de cuarenta y cuatro años muerto, pero esa es una de las razones para suspender cautelarmente la gran operación de esta legislatura del Gobierno Sánchez.

Mover a Franco de sitio está siendo más complicado que transportar pirámides. Si alguien pensó que los cadáveres no ofrecen resistencia aquí está la prueba de todo lo contrario. Pero a Franco hay que exhumarlo para cumplir con el ritual necrófilo de hacerle un hueco en una campaña electoral cargada de reliquias del pasado y simbolismo. Hablando de tumbas más cómodo hubiera sido intentar repatriar los restos de Antonio Machado que, por cierto, repudiaba el nacionalismo y a sus cómplices.

Sin necesidad de ponerse graves, estamos ante unas elecciones de especial significado y trascendencia para el futuro de este país y lo único que hacemos es acordarnos de los muertos y desempolvar el fanatismo que jamás pensábamos pudiera llegar tan lejos pese a vivir en este lugar llamado España.

Hay mucha obnubilación, volatilidad e incertidumbre alrededor del voto. El candidato con posibilidades de ser el más votado practica, por un lado, un centrismo de boquilla y, por otro, no descarta volver a la mesa con los independentistas decididos a lograr sus fines a cambio de apoyarlo. Está poniendo huevos en todas las cestas mientras se aprovecha de la fragmentación de la derecha que se une con estrategias o candidaturas conjuntas, o será penalizada por la ley electoral.

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