La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fernando Granda

Venezuela, posible solución lenta

Las distintas facciones del Ejército como dificultad añadida para desplazar del poder a Maduro

La solución para resolver el problema de Venezuela parece más complicada de lo que se vería a simple vista. No está en separar a Maduro del Ejército sino de los Ejércitos. Porque en este rico país las fuerzas armadas no son un único cuerpo, una unidad sino que al menos las forman cuatro grupos. Según publicaba días pasados en las páginas de "The New York Times" un reconocido experto, Javier Corrales, doctorado en Ciencia Política por Harvard y profesor de esta materia en el Amherst College, para lograr una salida al conflicto venezolano es necesario tener en cuenta esta situación militar.

En el país existe una clase militar tradicional dominante compuesta por soldados profesionales de carrera. También hay una facción de militares que trabajan con funcionarios de inteligencia y un grupo de soldados cubanos especializados en acabar con la disidencia, indica Corrales. Además está un generalato de burócratas afín a Maduro porque les ha proporcionado buenos empleos en empresas estatales y militares con intereses económicos que están amasando una fortuna con el comercio ilícito o el tráfico de drogas. Por último, señala el profesor, el mandatario venezolano tiene a su cargo directo agentes dedicados a la represión. Es decir, no son unas fuerzas armadas únicas sino facciones con intereses particulares y no dependientes, en la práctica, de un mando o una cúpula unitaria.

Dado este conglomerado diverso, puede que los temores a que los Estados Unidos intervengan desde el exterior para "defender" sus intereses -un tercio del petróleo de Venezuela está comprometido con los estadounidenses- no tengan factibilidad. Expertos europeos apuntan en este sentido el de la impulsiva verborrea de Donald Trump como la posibilidad de una intervención para salvaguardar ese importante suministro petrolero. El profesor de la selecta universidad de Amherst, en Massachusetts, sugiere sin embargo que Juan Guaidó, que ha conseguido la adhesión de algunos jefes militares, tendrá que negociar con los diversos grupos que conforman las fuerzas armadas, estipular compensaciones a sus distintos intereses y establecer algunas garantías de perdón o amnistía, al menos para algunos, para lograr controlar la situación y desalojar a Maduro. Lo que presumiblemente llevará tiempo.

Compartir el artículo

stats