La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alberto Menéndez

PP, la disensión que no cesa

La ejecutiva de Casado aprovecha la primera ocasión para controlar el partido en Asturias

El Partido Popular asturiano vuelve a las andadas. Esta nueva crisis, que primero se lleva por delante al hasta ayer secretario regional de la organización, Luis Venta, y que puede acabar con medidas aún más drásticas (como la formación de una comisión gestora en el Principado), se veía venir desde hace semanas, sabiendo cómo se las gastan en el seno de la derecha en la comunidad autónoma. El partido está de nuevo roto, con los seguidores de la presidenta, Mercedes Fernández, por un lado, y los de la candidata a la Presidencia del Principado, Teresa Mallada (respaldada por Pablo Casado), por otro. Y no hay vuelta atrás. No hay opción alguna de reconciliación.

En otro momento, en una situación menos conflictiva que la actual, es muy probable que lo sucedido en torno a la carta con unas presuntas amenazas remitida por Luis Venta (que niega ser el autor del texto) al portavoz del PP de Gijón, Pablo González (fiel seguidor de Mallada), se hubiese sustanciado de manera menos drástica por parte de la dirección nacional de los populares. O, por lo menos, se habría buscado una coyuntura menos perjudicial para el partido, al margen de los procesos electorales de abril y mayo. Lo cual lleva a pensar que la ejecutiva de Pablo Casado tomó la decisión de deshacerse ahora de Luis Venta (y lo que ello significa) no por casualidad o por un error de cálculo sino de forma deliberada, pero que muy intencionada, aprovechando la primera oportunidad que se tuvo desde la calle Génova de Madrid para intentar controlar el partido en la región y ponerlo al servicio de Teresa Mallada. Es como si estuviera esperando algo así para intervenir en Asturias después de las muestras de desafecto mostradas por Mercedes Fernández, derivadas, también hay que decirlo, de la poca consideración con la que fue tratada por relevantes miembros del equipo de Casado.

De esta manera se pone fin a una etapa en el PP de la región; se abre la puerta a la marcha acelerada de la dirección que, encabezada por Mercedes Fernández, se vio obligada a lidiar con una de las épocas más duras de la organización, la del cisma provocado por Francisco Álvarez-Cascos. ¿Serán los últimos acontecimientos antesala de alguna operación de más largo alcance?

Compartir el artículo

stats