Caminamos rumbo a las vísperas de unas elecciones locales y autonómicas que van a verse enormemente condicionadas por los comicios generales de un mes antes, que ya se anuncian a la vuelta de la esquina. Quiere esto decir que las divisiones locales y sobre todo las regionales de los partidos asturianos no van a moverse mucho en la grandilocuencia a la espera de ver cómo se resuelve el sudoku que quedará por componer la noche del domingo 28 de abril: si tal pactará con cual, y a ver quién sale frío y quién se escalda.
Todo este preámbulo para reflexionar sobre el encierro que desde la mañana de ayer realizan portavoces vecinales de Gijón en defensa del plan de vías, que parecía bien atado pero sigue pendiente de una firma. Demasiado tiempo de espera como para que los vecinos no anden con la mosca comiéndoles la oreja.
Solo Xixón Sí Puede, que a estas alturas ya tiene que agarrarse a un clavo ardiendo, y el forista Esteban Aparicio, que como no le queda clavo al que asirse puede hacer a estas alturas lo que le plazca, incluso política, el resto de concejales no ha secundado la toma pacífica de la Casa Consistorial, tal vez en la seguridad de que antes de la llamada a las urnas el Consejo de Ministros autorizará la rúbrica que tanto e inexplicablemente se demora. El caso es que los vecinos se han quedado casi solos. Los políticos no mueven ficha, por si las moscas.
Si es solo una firma, ¿por qué no se firma? Y si es más que una firma y hay mar de fondo, ¿a qué tanto silencio?
