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Salvados

El tono miedoso de la entrevista de Évole al Papavero

Una de las cosas que más me ha llamado la atención cuando uno viaja a lo largo de los Estados Unidos y recala en cualquier motel, es que cuando uno abre cualquiera de los cajones de las mesitas de noche siempre se encuentra una Biblia. Me imagino que esta tradición data de cuando los predicadores recorrían este gran país, en busca de almas impuras, siguiendo un plan infinito. Es llamativo la cantidad de iglesias diferentes que existen, como si el negocio estuviese inmaduro, y aún hubiese cuota de mercado por conquistar en el universo de la fe, en la salvación de pecadores reincidentes, en la búsqueda de la vida eterna. Diferentes iglesias, organizaciones y sectas han lanzado sus redes, desde los mormones hasta la cienciología, y es apasionante observar los mismos mecanismos de creación de una iglesia que existieron en el pasado: "La vida de Brian". Les recomiendo el musical "The Book of Mormons", que pone en su sitio al creador de esta creencia tan folclórica. "El libro de Laffayette Ron Hubbard" (LRH), "Dianetics: The Modern Science of Mental Health", tampoco tiene desperdicio, dada la gran capacidad de manipulación que la cienciología ha tenido entre sus adeptos. Hay que explicar que LRH era originalmente escritor de literatura "pulp", de historietas de ficción en diferentes géneros. Por su parte el libro de los mormones, escrito en 1830 por Joseph Smith, es un compendio de ignorancia inigualable.

Y henos aquí, en la vieja Europa, esperando como agua de Mayo la entrevista que el antiguo follonero, Jordi Évole, iba a hacer al papa Francisco en el programa "Salvados", cuyo nombre auguraba una profecía de lo que iba a ocurrir. Jordi había entrevistado a personajes de diferentes pelaje, desde políticos-psicópatas, pasando por periodistas-hipócritas-hijos-del-poder, hasta los reyes-del-mambo-de-las-cloacas-del-Estado. Tanta fue la expectación generada, que me imagino que la mayoría de fieles y no fieles estaban pendientes de la tele, como cuando los americanos retransmitieron la llegada a la luna, o como cuando observamos impávidos dos aviones impactar en las torres gemelas, aquel día en el que todos comprendimos que el mundo había cambiado. ¿Qué dirá il Papavero? La entrevista tenía su morbo, pues se juntaban un entrevistador que no se mordía la lengua, y un Papa con fama de reformista, de hacer autocrítica sobre la gran cantidad de gazapos cometidos por la iglesia católica. Yo, la verdad que lo intenté, porque me interesaba oír lo que tenía que decir, al tratarse de una personalidad con gran poder de influencia, pero si tengo que ser sincero, me aburrió el tono miedoso con el que medía sus palabras, y terminé durmiéndome. Me pareció que se deleitaba en criticar/admitir lo evidente, aquello que cualquier ser humano con dos dedos de frente reconocería. Vi que la iglesia siempre se ha sentido a gusto en la recreación del dolor. El preferir una iglesia pobre, cuando por detrás está la banca Vaticana y el Opus, y todos los bienes acumulados a lo largo de los siglos, algunos recientemente con inmatriculaciones y apropiaciones ilegales, me pareció el colmillo. Me dormí inexorablemente. Fue una cuestión de minutos, y cuando desperté creí que estaba soñando. Me despertó mi perrita Indie lamiéndome el hocico, cuando oí que il Papavero hablaba de homosexualidad y de psicólogos, esos "ólogos" que se dedivan a resolver los problemas de los demás, enterrando los suyos. Del sobresalto, casi caigo del sofá.

La homosexualidad no es una enfermedad, ni tampoco un síndrome. Es como nacer con los ojos verdes, o con la nariz chata. ¿Por qué todos tenemos que amar lo mismo? Relacionar la homosexualidad con la psique, es una posibilidad, pero no es óptima. El Papa podría haber respondido elegantemente afirmando lo consabido, que Dios ama la diversidad que ha creado, pero prefirió la hipótesis del trauma. Esto significa entre otras cosas desconocer las investigaciones sobre las causas biológicas de la homosexualidad, que en 1973 llevaron a la Asociación Norteamericana de Psiquiatría a descatalogarla de la lista de trastornos mentales. El 17 de Mayo de 1990, siguió la OMS. Pero el Papa y la iglesia prefieren otra senda, obviando al mismo tiempo los casos de abuso sexual a nivel interplanetario, que sí son un trastorno psiquiátrico con implicaciones penales. El programa "Salvados" demostró que si Dios existe, no ha informado al Papa, su representante en la tierra, sobre las causas que motivan la gran variedad de su creación, que según el Papa es imperfecta, luego Dios lo es. La infalibilidad papal ha quedado al descubierto. Se ve que la genómica, la epigenómica y la biología molecular no son best sellers en la biblioteca del Vaticano. Y de cualquier manera, sean cual sean sus causas, ¿a quién importa que uno sea carnívoro o vegetariano? La educación y el respeto son la gran teoría de evolución de hoy, y me extraña, que il Papavero defienda ideas tan retrógradas. Algún día, oiremos que la física cuántica sigue leyes divinas, o que algún geofísico está intentando detectar el infierno tierra adentro mediante inversión sísmica. Los astrofísicos, buscando el limbo, solo han conseguido demostrar que el universo se expande. Las buenas noticias son, que cabemos todos, LGTBI incluidos, sin falta de psicólogos. Planten tres velas en la letra Psi y veremos claro en este universo lleno de ruido. La IC vive horas bajas.

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