Nadie duda de que Belarmino Feito, presidente de FADE, ha sido clave para conseguir la proeza científica del año: fotografiar por vez primera un agujero negro que está a 55 millones de años luz. La estructura de algunas antenas del Telescopio Horizonte de Sucesos fue fabricada por la empresa de Feito, un líder que por la mañana resuelve los misterios del Universo y, por la tarde, extiende la receta del despegue económico de Asturias al tiempo que designa a los candidatos que ejecutarán su plan para conquistar la galaxia. Sobre todo en el PP, su constelación de referencia.
Lo de Feito era un hágase continuo y no había nadie que más verdades dijera hasta que, cataplum, topó con el agujero negro del partido popular en Asturias, un lugar del cosmos político con una capacidad legendaria para colapsar sobre sí mismo, ahora ya sin la ayuda (directa) de Cascos, planeta Saturno devorando a sus hijos. Ni Feito con sus telescopios pudo frenar que el partido depositario de la representatividad de una parte muy importante de la sociedad asturiana se convirtiera, de nuevo, en sumidero de estrellas y estrellados. Hoy, los muchachos del Santiago y cierra España inician en Covadonga su película bélica de moros y pelayos. Si algún día mandan algo, pregúntenle a los/las que fabrican agujeros negros por qué nuestra democracia acabó como la Estrella de la Muerte.
