La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sol y sombra

La retórica y los golpes

Las encuestas electorales que incluyen la pregunta del millón muestran un rechazo casi generalizado de los votantes del PSOE al pacto

de Sánchez con los separatistas. En ninguna de ellas se percibe la posibilidad de que los socialistas puedan gobernar únicamente con el apoyo de Unidas Podemos. A su vez, Ciudadanos ha insistido en que no dará su brazo a torcer facilitando un gobierno de centroizquierda con un político al que acusan de traicionar al constitucionalismo y que defiende un concepto plurinacional de España. Así que la única opción para el candidato presidente es la de volver a recurrir a los socios de la moción de censura que ya le han abierto los brazos y no dejarán pasar la oportunidad de pedirle a cambio las cesiones que todos conocemos. El pentapartidismo bloquea cualquier otra salida en el bloque de la izquierda. El centroderecha, con un elevado porcentaje del voto indeciso y pendiente del efecto de los debates televisivos, sigue siendo una incógnita.

Despejar ese panorama de incertidumbre que consiste en las amistades peligrosas que plantea el nacionalismo secesionista y la duda de si va a haber indultos para los acusados de rebelión, en el caso de que se produzcan condenas, es la prueba trampa de credibilidad que le están poniendo continuamente el PP y Ciudadanos a Pedro Sánchez. Si va a ser capaz o no de superarla convincentemente, en esta recta final hasta el domingo, es algo que se desconoce. Tampoco será fácil extraer conclusiones de ello del resultado, sujeto a demasiadas contingencias, que deparen las urnas. Pero, ya digo, son preguntas sin respuesta del millón que a unos les convienen y otro preferiría que no se las hiciesen. Sánchez, con la piel del cordero, ha empezado a exponerse después de una campaña de perfil bajo. Sin embargo, utilizando un símil pugilístico, conserva la ventaja a los puntos del campeón frente al aspirante, que intenta arrinconarlo en las cuerdas. La retórica ha dejado paso a los golpes.

Compartir el artículo

stats