Gijón acogerá la próxima semana un evento que sitúa a la ciudad en lugar destacado dentro del mapa anual del turismo de congresos: la reunión de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, en la que participarán más de seis mil personas entre facultativos y acompañantes. Tal es la afluencia de congresistas a este encuentro que la mayoría de las plazas hoteleras de la ciudad habían sido reservadas desde hace un año. Las casi cuatro mil camas disponibles en los más de treinta hoteles de Gijón no son suficientes para dar alojamiento a tamaña marabunta humana. De este evento se van a beneficiar también, por tanto, otras ciudades de la región, como Oviedo y Avilés. Las estimaciones hablan de un beneficio de 10 millones de euros en torno a esta celebración. Una cifra más que estimable si se tiene en cuenta que 10,3 millones de euros era el beneficio conjunto de todos los congresos que se celebraban en Asturias hace una década.

El pasado año se celebraron en España casi cinco mil congresos, con una facturación conjunta que superó los 6.100 millones de euros. Tales convocatorias profesionales movieron a 1.300.000 participantes, la mayoría de ellos con un poder adquisitivo medio-alto, lo que pone de manifiesto el empuje de una actividad turística que crece año a año. Según las estimaciones del sector, el turista de congresos asume un gasto diario medio de 208 euros, muy por encima del veraneante tradicional de sol y playa.

Madrid y Barcelona son los principales motores de este subsector, seguidas por Valencia, Sevilla, Granada, Bilbao, San Sebastián, Palma de Mallorca, Salamanca, Santiago de Compostela y Alicante. Pese a que Gijón reúne cada año mayor número de congresos, la ciudad tiene aún un largo camino por recorrer.

Oviedo y Avilés pugnan también por el trozo del pastel que corresponde a Asturias en el reparto de congresos y reuniones profesionales y de negocios. Lejos de convertir esta lucha por atraer convocatorias de este tipo en un nuevo combate cainita entre ciudades próximas, las tres grandes urbes de la región deberían optar por complementar su oferta de cara a atraer grandes congresos cuya captación sería imposible sin sumar las plazas hoteleras y los recursos comunes.

Con un litoral magnífico y un paisaje espléndido, unos equipamientos culturales y de ocio de primer orden, una destacada gastronomía, Gijón que es además una de las ciudades más seguras de España y con menor índice de delitos, está en condiciones de disputar a las grandes ciudades de la franja cantábrica algunas de estas convocatorias, la mayoría de ellas vinculadas a la medicina y la sanidad.

El sector público y el privado deben ir de la mano en un camino que puede aportar importantes beneficios económicos a una ciudad cada vez más volcada al sector terciario.