Tiene razón el presidente del Principado, Adrián Barbón, cuando señala que una prórroga presupuestaria sería "un drama" para Asturias. No solo eso, sería también un fracaso de los políticos de la región y, sobre todo, del propio jefe del Ejecutivo autonómico. Con el respaldo asegurado de los veinte diputados del Grupo Socialista y el acuerdo alcanzado ya con los dos de IU, el líder socialista solo necesita la aquiescencia de un parlamentario más para sacar adelante las cuentas regionales del próximo año. Lo tiene todo a su favor, a punto de caramelo.
El éxito de la FSA-PSOE en las elecciones del pasado mes de mayo allanó el camino a Adrián Barbón, en comparación con las enormes dificultades que tuvo su antecesor en el cargo, el también socialista Javier Fernández, para abordar la negociación presupuestaria, sobre todo por las constantes negativas de Podemos a cualquier tipo de acercamiento al entonces presidente del Principado o a su gente de confianza. Hay que recordar, por ejemplo, que el partido morado entregó la Alcaldía de Gijón a la casquista Carmen Moriyón. Y lo hizo en base a una acusación (la presunta relación del candidato del PSOE, José María Pérez, con el "caso Musel") que resultó ser totalmente falsa.
Lo normal es que tras la aparente buena sintonía actual entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, Adrián Barbón acabe pactando el Presupuesto del Principado con Podemos. Pero en el PSOE asturiano no se fían. Las experiencias negativas entre ambas fuerzas en Asturias son muchas y muy variadas en los últimos años. Con Foro algo tenía hablado la dirección socialista, pero no da la sensación de que sea el actual un buen momento para que esta formación (a la que, por cierto, gracias a la FSA se le concedió grupo parlamentario en la Junta) respalde el proyecto socialista, por mucho que este beneficiase a los ayuntamientos foristas. La guerra a muerte entre casquistas y moriyonistas ya le es más que suficiente a esta organización en vías de extinción como para sumarle una batalla más que solo serviría para darle la puntilla de manera inmediata. ¿Sería posible que alguien lo intentara?
Ciudadanos de Asturias parece que se ha percatado de que la exclusiva derechización del partido implantada por Albert Rivera le lleva al descalabro total, a la nada. Y por eso su portavoz en la Junta, Laura Pérez Macho, rebajó considerablemente en la reunión del jueves con Barbón las exigencias para negociar el Presupuesto del Principado con el PSOE, sobre todo en lo que a la política fiscal se refiere. Lo que, por cierto, y sorprendentemente, ha molestado sobremanera a la portavoz parlamentaria del PP, Teresa Mallada.
Barbón presume siempre que puede de su "demostrada capacidad negociadora" a lo largo de los años. Ahora tiene una oportunidad única y, en principio, factible para demostrarlo. Solo necesita un voto de cuarenta y cinco. Solo cuenta con la oposición radical del PP. ¡Qué tiempos aquellos en los que los populares presididos por Mercedes Fernández permitieron al Gobierno de Javier Fernández sacar adelante las cuentas regionales!
