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Sol y sombra

Los gastos de sus señorías

Los diputados se suben los sueldos en plena ola de desprestigio político

Al mismo tiempo que la política confirma su imparable ascensión como arma de entendimiento del presente y del futuro, los políticos asturianos no dudan en incrementar el gasto partidista. Como debe ser, se lo merecen. Tienen la confianza de los ciudadanos y toda la credibilidad que les reporta el trabajo diario bien hecho y mejor trenzado. Con la vida regalada a cargo del erario, no hay que privarse de nada. Cascos, por ejemplo y según ha trascendido, cargaba a Foro, que a su vez cobra del contribuyente, su afición pesquera, las licencias, los hoteles y hasta los yogures. Naturalmente.

Esta especie de refinanciación al alza del gasto sectario y hasta personal hay que hacerla precisamente con sentido de la oportunidad en el momento de la historia en que la política goza de prestigio dentro de la vida pública, como es el actual. No pretenderán, sufridos paganinis, que acometan una iniciativa de esta índole cuando el desempeño de sus funciones se halla por los suelos. Ahí es donde se ve que nuestros representantes del pueblo soberano actúan con responsabilidad y, sobre todo, vista de halcón. Y, además, con una movilidad constante, porque sube el dinero destinado a viajes y desplazamientos mientras resulta endemoniado circular por las deterioradas carreteras asturianos

Lo que sí llama la atención es la facilidad con que sus señorías de la Junta se ponen de acuerdo, por ejemplo, para subirse los sueldos y la dificultad, en cambio, que entraña para ellos entenderse en cualquier asunto que pueda redundar en beneficio de los asturianos. Pero no deja de ser una anécdota entre tanta categoría.

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