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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Naturales acuerdos

Si los acontecimientos se desarrollan con normalidad y no surgen inconvenientes que finalmente dinamiten el acuerdo, el equipo de gobierno de Gijón se encuentra muy próximo a disponer de su primer proyecto presupuestario. Las propuestas de los concejales podemistas parecen asumibles para la Alcaldesa, que está a un paso de poder desarrollar su iniciativa contable, sin las ataduras de una prórroga llena de trampas, pues no resulta razonable que un mando de izquierdas tenga que regirse por los planteamientos económicos de la derecha.

A expensas de lo que decidan las bases gijonesas de Podemos, el escenario se muestra propicio: la Administración central, la regional y la local están jugando la misma partida de ajedrez en tres tableros diferentes, con jugadores que llevan en la camiseta el mismo escudo, y puede que haya consigna de procurar entendimientos. El único temor, o el temor máximo, de los socialistas gijoneses es desconocer la fuerza del grupo municipal morado, a la hora de convencer a la asamblea de la bonanza del acuerdo. Hay elementos que sin duda tratarán de abortar el final feliz o tendentes a plantear exigencias que lo hagan inabordable. Difícil de justificar, por otra parte, si se tiene en cuenta que un Podemos previo, con otro nombre, se abstuvo en el anterior mandato y permitió que Foro sacará adelante sus cuentas.

Puede que muchos gijoneses pongan reparos -es entendible y hasta razonable- a un gobierno estatal con PSOE y Podemos a lo Picapiedra, ante el temor de ver cómo Pedro y Pablo se reparten el chuletón de brontosaurio; pero a Gijón le conviene disponer de un presupuesto nuevo y a la medida de quien gobierna, no unas cuentas recibidas en pésima herencia y gastadas. Más difícil tendrá Barbón entenderse con Ripa. Ese baile sí puede acabar como el tango de Roxanne.

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