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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Legislatura con mal pie

El esguince de Adriana Lastra y el acatamiento tramposo de los secesionistas catalanes

Adriana Lastra ha entrado con mal pie en la nueva legislatura, un periodo crucial para el futuro de este país y su unidad territorial. Estrenamos en silla de ruedas el XIV cuatrienio político, después de cerrar por decapitación el XIII, número de mal fario, como si al mandato anterior le hubieran hecho vudú, clavándole alfileres en los órganos vitales al sistema. No extrañe que el presidente de la Mesa de Edad, el diputado valleinclanesco Agustín Javier Zamarrón, socialista septuagenario, pidiera perdón por el fracaso. Lo cierto es que uno pone a la legislatura fallida frente a los espejos del callejón del Gato y solo acierta a contemplar el esperpento que fue, tirándose los trastos los mismos que ahora se encaman sin reparos.

Lo tomamos a broma, a título de chanza de arlequín o número bufo de circo provinciano, pero deberíamos recriminar, ya que no lo hace la presidenta del Congreso, la fórmula de acatamiento de los diputados secesionistas que gustan de meter en el ojo del Parlamento el mismo dedo con que se sacan pelotillas de la nariz. Algo tendrá que decir alguna vez el Tribunal Constitucional sobre los que con trampa prometen por la república catalana y por los presos políticos (en uno y otro caso, entelequias: no existe tal Estado y los encarcelados lo son en calidad de delincuentes).

Si el PSOE es el partido que más se parece a España, a esta España que viene no la va a reconocer ni Dios. Y mucho menos al PSOE, si por mantener el poder está dispuesto a conceder a los separatistas el oro, el moro, la amnistía y la república independiente de su casa.

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