La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Carmen Pérez Novo

Mecanismos de defensa (II)

Cómo potenciar nuestro bienestar emocional siendo conscientes de nosotros mismos y de las reacciones ante determinados estímulos

La semana pasada les hablaba de los mecanismos de defensa (represión, racionalización y desplazamiento), serie de medidas de protección, inconscientes, que nos permiten hacer frente a determinadas emociones desagradables. Y, continuando con el mismo tema, también tenemos que tener en cuenta los siguientes:

Regresión. Es un retorno momentáneo a un comportamiento infantil. De esta manera, la utilizamos como una forma de protección, al carecer de habilidad para enfrentarnos a la situación actual. Un sencillo ejemplo es cuando, ante una discusión con la pareja o con los padres, en lugar de utilizar las herramientas de resolución de conflictos, nos vamos, damos un portazo como si fuéramos unos críos.

Proyección. Es la "atribución a otra persona de los propios sentimientos, pensamientos o motivaciones". Imagínese en una situación incómoda y empieza a sentir como esas personas le están mirando con ojo crítico. No dicen ni hacen nada de lo que es objetivamente negativo, pero es su propia inseguridad la que proyecta sus sentimientos en los demás. Es muy frecuente, y si lo analizamos con detenimiento, nos daremos cuenta que nos hemos encontrado en alguna situación en la que proyectamos nuestros sentimientos, deficiencias o impulsos inaceptables en los demás. Y, lo hacemos porque reconocerlo en nosotros mismos nos causará mucho dolor y sufrimiento.

Negación. Cuando una situación se vuelve difícil de controlar, es posible que nos neguemos a experimentarla. Al negar la realidad, nos estamos protegiendo de la necesidad de hacer frente a consecuencias desagradables y al dolor que le acompañan.

Sublimación. Consiste en canalizar esa energía hacia otras actividades más o menos creativas. De esta forma no tenemos por qué quedarnos con lo desagradable dentro de nosotros. Ejemplos característicos son el arte y el deporte. En definitiva, se trata de buscar una actividad que nos permita liberarnos de la energía negativa, llámese estrés, abatimiento? y estaremos practicando la sublimación. Lo cierto es que cuando se usa para manejar una situación de la que no se puede hacer nada al respeto de manera efectiva, la sublimación es una forma positiva de defensa. Pero, cuando la usamos de forma rutinaria para evitar hacer frente a un problema, que debe ser resuelto, puede tener repercusiones negativas.

Lo cierto es que nunca nos podremos liberar totalmente de los mecanismos de defensa. Pero, con más consciencia de uno mismo, se podrá entender como nos están ayudando y dañando y, por lo tanto, podemos comprender cómo potenciar nuestro bienestar emocional.

Compartir el artículo

stats