Fumar es un placer peligroso. Y muy mal visto. De unos años a esta parte, el rechazo social de los fumadores pasivos, los altos costes de los tratamientos de las enfermedades provocadas por su adición, la amenazadora publicidad de las cajetillas y las evidencias clínicas de que perjudica de manera muy importante la salud, han llevado a esta conclusión. Los expertos consideran que el tabaquismo es la principal causa evitable de enfermedades y muerte. Según el Instituto Nacional de Estadística, con datos de 2017, las enfermedades cardiovasculares siguen liderando las causas de muerte en nuestro país. Cada año se diagnostican en España más de 20.000 casos de cáncer de pulmón, de los cuales el 90% se deben al consumo de tabaco. Y, en lo que respecta a las mujeres, está aumentando la incidencia, de manera significativa, a esta patología, asociada, fundamentalmente, a este hábito tan nocivo. Por otra parte, según un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, fumar durante el embarazo aumenta el riesgo de leucemia infantil y quizás el de otros cánceres, en la edad adulta. Dice la OMS que cada 8 segundos muere un ser humano, víctima del tabaco. La verdad es que los datos ponen los pelos de punta.
Por eso, a los fumadores no les queda otro remedio que plantearse el dejar este hábito, que tiene unas consecuencias tan nefastas. Porque, abandonarlo, es posible. Se puede dejar de fumar. No de la noche a la mañana. Pero, se puede hacer. Se lo dice una exfumadora. De hecho, muchas personas, que hemos sido grandes fumadoras, lo hemos hecho. Lo único que se necesita es la decisión firme de abandonar para siempre el tabaco, la propia voluntad de no encender los cigarrillos y mantener por encima de todas las cosas esa decisión. Y tener claro, y recordar de vez en cuando, que este nocivo hábito trae muchas, muchas complicaciones. Además, hay una cosa que tenemos que tener muy presente todas las personas que vivimos en este planeta Tierra, y que no debemos olvidar nunca, y es que con voluntad, cada cual consigue lo que se propone, a pesar de las mil peripecias que pueden detener el paseo hacia la meta, y, en lo que se refiere al tabaco, recordar, que la ventaja fundamental que tiene abandonar este hábito, es para el beneficio de la propia salud. Queridos fumadores y fumadoras, ¿no les parece más que suficiente?
