Son ya varios los encontronazos habidos entre el presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, y el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito. Es evidente que no sintonizan, que falta empatía entre ambos, pero es que, además, el máximo responsable de la patronal fuerza esta situación y no pierde ocasión de lanzar chinitas contra el jefe del Ejecutivo. Y este parece que ya se ha cansado de tanto reproche. El vídeo divulgado por la FADE en el que se viene a concluir que en Asturias no se dan las condiciones mínimas en comunicaciones para el asentamiento de nuevas empresas irritó sobremanera a Barbón.
El lunes, Feito se pronunció en la Junta General sobre el proyecto de Presupuestos del Gobierno para el próximo año. Fue una intervención previsible, lógica desde la órbita empresarial, en la que pidió romper el "círculo vicioso" de que el gasto corriente absorba el crecimiento de las cuentas autonómicas en perjuicio de la inversión. Lo malo para el presidente de la patronal es que ahora, tras tensar tanto la cuerda con el gabinete socialista, cualquier cosa que diga va a ser desacreditada, minusvalorada o simplemente descartada sin más desde las instancias gubernamentales. Y eso no es bueno ni para los empresarios ni para el propio Ejecutivo.
Adrián Barbón hace ya tiempo que desconfía de Belarmino Feito como interlocutor de la FADE. Para el Presidente, el máximo responsable de la patronal no ha sabido mantener la neutralidad que, considera, le exige el cargo. Hubo reuniones en Madrid a comienzos del presente año con determinados políticos de alto nivel (no precisamente socialistas) que pusieron sobre aviso al entonces candidato Barbón sobre cuál es, en su opinión, el papel que desempeña Feito en la vida regional, o que aspira a desempeñar.
