La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marie Fredriksson vuelve a casa Necrológica de la cantante sueca

La cantante sueca Marie Fredriksson, 61 años, ha fallecido a causa del cáncer contra el que venía luchando desde hacía mucho tiempo. En su autobiografía "Kärleken till Livet" (Amor a la vida), escrita por Helena von Zweigbergk a partir de las entrevistas realizadas a la cantante, esta refiere su vida, dolorosamente enmarcada por la muerte, primero, de su hermana mayor en un accidente de tráfico, cuando Marie tenía 7 años, y la aparición, en 2002, de un tumor cerebral.

El libro, traducido al español, ha sido publicado por Planetadelibros. El título está en inglés: "Listen to my heart" (Escucha mi corazón). En él, Marie Fredriksson muestra la crudeza de los sufrimientos que padeció a consecuencia de la enfermedad y del tratamiento.

Marie supo entonces lo que había sentido Cristo en las horas de su pasión: "Me extirparon el tumor, y al año siguiente me sometí a una operación con el llamado "bisturí gamma". Te fijan una corona de metal en la cabeza, con un eje U y un eje C. Es importante que la radiación se haga en un lugar exacto del cerebro. Se requiere una precisión milimétrica. Por eso la corona se atornilló al cráneo. Todo se hizo mientras yo estaba despierta. Me pusieron una crema con anestesia, de las que usan los dentistas. Aun así, sentí cómo corría la sangre al mismo tiempo que las lágrimas".

No pudo hallar otra expresión más certera para definir lo que realmente estaba sucediendo en el quirófano: le estaban ciñendo una "corona de espinas", que es como ella le llamaba al artilugio que le habían instalado en la cabeza. Y en esa situación de dolor físico y de debilidad corporal, la fe cristiana, que había mantenido siempre en los más profundo de su ser, fue, para ella, fundamental: "Tengo una fe muy fuerte desde pequeña. La vivo de manera privada, es mía y está dentro de mí. Cuando era niña cantaba en el coro de la iglesia y eso significó mucho para mí. Sentí mucha serenidad y consuelo allí. La fuerza que me daba la fe me ayudó a superar muchos momentos difíciles". Su marido, Mikael Bolyos, la acompañó en todo momento con el amor de siempre y la oración.

De aquellos días de la infancia, cuando participaba en las actividades de la iglesia, Marie debía de recordar con nostalgia los de Navidad. Tan bellos por sus tradiciones en el norte de Europa. Aunque tristes si uno no tiene junto a sí a los seres queridos o le falta amor. Y este es el tema de la canción que Per Gessle compuso, para interpretarla a dúo con Marie, cuando le pidieron que escribiese algo que sonara distinto de lo que habitualmente se escucha en esas fechas: "It must have been love (Christmas for the broken-hearted)" (Debe de haber sido amor. Navidades con el corazón roto).

"Debe de haber sido amor, pero se acabó ahora ? Es un duro día de Navidad", dice la letra de la canción. Chocante sí que lo era, pues a nadie se le ocurre romper una relación amorosa en Navidad. Pero, años más tarde, alguien emitió el parecer de que, con unos pocos arreglos y quitándole lo de la Navidad, podía encajar perfectamente en la banda sonora de una película que se iba a titular "Pretty woman".

Y así fue. Es la que se escucha, en una de las escenas finales del film, cuando Vivian Ward (Julia Roberts), después de haber pasado una semana con Edward Lewis (Richard Gere) en el lujoso hotel Regent Beverly Wilshire, regresa a su casa en limusina. Nada que ver con un villancico.

En 2007, Marie apareció en público interpretando "Hometown" (Pueblo natal-Primer hogar), una canción que formaba parte del álbum editado por su marido Mikael Bolyos, con el título "Family affair" (Asunto de familia), en el que figuraba también la canción "When the Lord is about to come" (Cuando el Señor está a punto de llegar).

"Hometown" era en realidad una oración que Marie elevaba, en aquellos momentos difíciles y pre-terminales, a Dios: "Han pasado muchos años desde que te vi: ¿te reconoceré?, ¿eres aún mi amigo? Ha pasado tanto tiempo que no sé con lo que me encontraré cuando regrese a lo que fue mi primer hogar. ¡Señor, cómo te extrañaba en los días en que me faltaba tu sonrisa! ¡Si pudieras convertir mis lágrimas en vino! Mas, ahora, yo voy hacia Ti, que eres mi primer, mi único y mi verdadero Hogar". Y así, con acendrado sentimiento religioso, Marie Fredriksson se preparaba para el advenimiento de la hora definitiva, la del gozoso regreso a Casa, en donde la Navidad no concluye y el Amor no se acaba.

Compartir el artículo

stats