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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Presupuesto Frankenstein

A Adrián Barbón le ha salido el primer experimento del mandato: un presupuesto Frankenstein, un monstruo apacible de ingresos y gastos que le permitirá disponer de unas cuentas menudas pero sin sobresaltos iniciales. Ponte a negociar, al estilo Sánchez, el proyecto presupuestario con los enemigos de la casta para que al final los morados den el cante de la Casta Diva y te salgan los planes gracias a desechos de casquería. Barbón pretendió un presupuesto de izquierdas y se lo ha bendecido Mary Shelley en el laboratorio de Juan Vázquez en una noche de aparato eléctrico y tormenta.

En una jugada inesperada e inigualable, el PSOE escondía bajo la manga dos ases con los que ni por asomo contaba. Tenía que construir un ser vivo contable con retales y encontró los trozos que le faltaban en las salas de disección de Foro y Ciudadanos, que ya no se sabe si son partidos políticos o solo patíbulos y mataderos.

Con el brazo izquierdo forista compuso medio presupuesto; el otro medio se lo había prestado de antemano, por extirpación, Izquierda Unida. Faltaba un órgano para que el bicho comenzara a andar y lo obtuvo del cerebro de una científica de masa gris naranja. Inenarrable que este Frakenstein camine gracias a la sabiduría de una catedrática de Biología Celular.

Ahora veremos cómo se mueve el engendro cinematográfico, si torpemente como Boris Karloff o con la gracilidad gótica de Robert de Niro. Buen argumento para la revisión a la asturiana del clásico de Gonzalo Suárez "Remando al viento".

A lo mejor, el rechazo de Podemos a las cuentas regionales, subvirtiendo el orden establecido en Madrid, es bueno para la región y confirma que hay otras formas de hacer las cosas que no sea entregarse a las cuchillas afiladas de Freddy Krueger.

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