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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Faltan hombres de Estado

En este país y en este momento crucial de su historia faltan hombres -y mujeres- de Estado. En el proceso disgregador e insolidario en el que Pedro Sánchez está metiendo a España en su afán recolector de votos que garanticen la investidura subyace una evidencia incontestable: la renuncia al consenso nacional, que conduce inexorablemente al frentismo, esa maldición tan española de partirse en dos, en tirios y troyanos, en azules y rojos, en güelfos y gibelinos. La España a garrotazos de los aguafuertes de Goya.

En la reata de siglas que orbitan en torno a la nueva mayoría parlamentaria son mayoría aquellas que, cuanto menos, se muestran incómodas con el actual orden constitucional, léase Unidas Podemos, Esquerra Republicana de Cataluña y Partido Nacionalista Vasco. Algunas de esas siglas estarían dispuestas a subvertirlo, a convertir España en un Estado sin nación. O sea, que se están poniendo los cimientos de un territorio nuevo, Expaña. Sorprende que ese camino de difícil retorno lo tome el partido más constitucionalista de la reciente historia, el que se edificó Felipe González, el de la Transición bien llevada.

Y ciertamente existe otra senda por la que transitar, que garantizaría el mantenimiento del "statu quo" territorial: la del diálogo transversal de ideologías dispares en aras del bien común. Pero se ve que el centro y la derecha tampoco están sobrados de hombres -y mujeres- de Estado dispuestos al consenso. Puesto que si al PSOE le sale mal esta jugada de riesgo habría en cuatro años alfombra de plata para un vuelco electoral de largo alcance.

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