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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Menos del millón

Igual que un grupo de afamados científicos vigila el minutero del reloj del fin del mundo, aquel que marca la hora del holocausto nuclear -que seguramente se ha aproximado unos segundos a la trágica medianoche tras la última andanada que enfrenta a Estados Unidos con Irán-, puede que ya haya fecha y hora para que Asturias baje de la mítica cifra del millón de habitantes. Somos "fabes contaes": a 19.993 paisanos del ascensor en descenso de las siete cifras mágicas.

La pirámide de población en Asturias más que de factura egipcia parece maya. Anda vuelta del revés y pende de un hilo porque falla la base, o sea, el número de nacimientos. Menos asturianos y más viejos, lo cual no supone un desdoro social si no fuera porque las pensiones serán cada vez más flacas y la sanidad más cara por el alargamiento de la vida.

Las cigüeñas han firmado un ERE y se han declarado en huelga zancuda. Han ahuecado el ala o andan de picos pardos, de festín en Cogersa. ¿Por quién doblan las campanas en esta región? Por las cigüeñas, que a la vista del cada vez más menguado número de natalicios han decidido abandonar los campanarios y se han establecido en las torretas del tendido eléctrico. ¿Cabe mejor forma de alumbramiento?

Antes los niños venían de París. Ahora los niños se van a Berlín, o a Londres, o a Oklahoma. Querido Jaime Izquierdo, comisionado para el Reto Demográfico en Asturias, esto tiene mal arreglo a menos que a la gente le dé por procrear ávidamente y se ponga a fabricar niños con el empeño con que se maya manzana para sidra. Verde y en botella... Un buen propósito para el nuevo año en esta región es hacer más el amor y menos la Pascua.

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