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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Solos de batería

A Gijón le suenan bien las baterías. Tras muchos meses de percusión y de música de viento que amenazaban con hacer desafinar el concierto siderúrgico, hoy sale de la hornada la primera producción de coque en años de Veriña. Como no estaba la cocina de carbón para bollos, Arcelor ha puesto a calentar 45 hornos de golpe. Se trata de una buena noticia por partida doble: por un lado, se limita la dependencia exterior y la necesidad de adquirir coque de Polonia, lo que mejora la competitividad de las producciones de las plantas asturianas, y se aminora la carga contaminante con la mejora evidente de las medidas de control ambiental.

Que el gigante industrial haya decidido primero reconstruir y después encender la batería de coque número 1 de su factoría gijonesa es un hecho sintomático que confirma que, aun en medio de la tormenta perfecta que se cierne sobre la siderurgia europea, la multinacional mantiene firme la apuesta asturiana, sometida a frecuentes vaivenes en los últimos meses. En una coyuntura de galerna sobre el acero en la que confluyen episodios graves de descarga eléctrica a nivel nacional y cambios climáticos en el ámbito internacional que provocan glaciación sobre la demanda, la fuerte marejada se hace más llevadera al timón de un barco cargado de combustible, sin riesgo inminente de quedar al pairo.

Por hacer una comparación instrumental, la vieja batería y la nueva son lo que a la percusión el golpeo de Manolo "el del bombo" y un solo de Ginger Baker. Música celestial para la economía asturiana, para el empleo en Gijón, para la salud de los vecinos de la zona oeste y un quebradero de cabeza menos para el Gobierno regional.

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