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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Diosas balnearias

Veinte siglos de la historia de Gijón han permanecido durante unos días a la venta, ahora suspendida. El bueno de Manolo del Castillo, propietario por vía familiar del ara romana dedicada a la diosa Fortuna Balnearia, valiosa pieza arqueológica hallada hace mucho en un paraje próximo a la fuente de La Mortera, quiso someterla a subasta en Madrid. La Administración regional, que durante dos décadas miró hacia otro lado y no mostró interés en adquirir la pieza, que estuvo expuesta en "Astures" para común admiración, acaba de declararla a toda prisa Bien de Interés Cultural, para evitar que pase a otras manos y pueda abandonar Asturias o el país, en la maleta de un coleccionista. ¡Ay, si Tito Pompeyo Peregriniano levantara la cabeza y viera la que se está montando con el ara votiva erigida a su salud y la de los suyos!

Gijón es una ciudad de baños ancestrales. Las propiedades termales de las aguas gijonesas las disfrutaron los romanos y llegan a nuestros días en forma de chorros lúdicos a presión en las instalaciones del mamotreto de Talasoponiente. Incluso cuando el océano embravece, a bajamar quedan en la playa al descubierto los pilotes de madera de Las Carolinas. Se cuenta que Justo del Castillo, bisabuelo del actual propietario de la Fortuna Balnearia, fundó en 1874 la primera casa de baños de Gijón, toda ella de madera.

En Gijón, hoy día, diosas de los baños son las mujeres que se sumergen cada mañana, haga calor o frío, soplen vientos gallegos o Nordeste, orbaye o caigan chuzos de punta, a eso de las ocho en el Cantábrico a la altura de "la rampla", sirenas balnearias que había que proteger y convertir también en bien de interés para la prevención de los catarros.

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