La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

evelio g palacio

Cien años de soledad

Evelio G. Palacio

El himno del Campoamor

El discurso de Nobel a Príncipe comenzó con un lamento. Versos de Lope de Vega: "¡Ay, dulce y cara España, madrastra de tus hijos verdaderos, y con piedad extraña, piadosa madre y huésped de extranjeros!".

Y prosiguió con un consejo: "En España -y os lo digo, Alteza, porque sois joven y español- el que resiste, gana. Y también os lo digo, Alteza, porque habréis de lidiar durante vuestra vida, que para bien de todos os deseo larga y colmada de aciertos, con los tres embates que siempre se arrancan y siempre se estrellan contra el alma de los elegidos: el hombre impaciente, el del tiempo inclemente y el de la circunstancia desaforada e hiriente".

Resistiré. Camilo José Cela fue el inductor con estos párrafos desde el teatro Campoamor de Oviedo de la melodía que entona toda España. Repitió mucho esas palabras: "El que resiste, gana". Su marquesado de Iria Flavia las adoptó luego como lema. Pero nunca tuvieron la resonancia de aquel octubre de 1987. En los premios "Príncipe de Asturias". Con Felipe VI en prácticas de reinado.

Manuel de la Calva y Ramón Arcusa, el "Dúo Dinámico", compusieron su "Resistiré" precisamente en 1987. Ambos sitúan a Cela como inspirador. Con referencia vaga: "Le escuchamos la frase en la televisión". Probablemente fuera durante aquella ceremonia de entrega. O en las declaraciones postreras al acto. Porque esa filosofía de la resistencia pasó a engrosar al instante el acervo.

Resistiremos. Medio centenar de músicos actuales han convertido en un virus contra el coronavirus un "Resistiré" moderno. Grabado desde sus casas. Recorre vertiginoso los móviles. Tres millones de visualizaciones del himno en nada. Rebota y suena. Carlos Toro, el padre de la letra que ya memorizó un país, es un periodista "espigado y elegante como un pincel". Lo define así su colega asturiano Osvaldo Menéndez. A ambos unió en dinámico dúo Pedro J. Ramírez para la sección de deportes de "Diario 16". "Carlos escribe como los ángeles".

Inmortales son los escritos de los escritores inmortales. El embate del hombre impaciente. El del tiempo inclemente. El de la circunstancia desaforada e hiriente. Aquella segunda parte nunca recordada de la bocanada ovetense del ilustrado gallego ilustre retrata con treinta y tres años de anticipación la colmena del confinamiento. Días de familias desasosegadas. De severa acechanza. De lacerantes adioses. Y la impotencia de comprobar ante la magnitud del desastre que solo hay una manera de curarlo: esperar el paso de las horas. Que sin apurarse ni detenerse, la vida avance.

La tarde del "resistiré" del Campoamor tres citas cervantinas escuchó Felipe, hoy rey. "Se dará tiempo al tiempo, que suele ser dulce salida a muchas amargas dificultades", extraída de "La gitanilla". "Dejad el cuidado al tiempo, que es ese gran maestro en dar y hallar remedio", de "Las dos doncellas". Y "dejar al tiempo que haga de las suyas, que es el mejor médico de esta y otras dificultades", sacada de "El Quijote". Expedidas por la farmacia de Cela, son nuestras píldoras para el encierro.

Compartir el artículo

stats