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Lo que no se previene no se combate, y puede terminar en muerte

Ante el Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo

Mañana, 28 de abril, es el día Internacional de la Salud y la Seguridad en el trabajo y es ocasión para insistir en los miles de trabajadores y trabajadoras que están detrás de las estadísticas de accidentes y enfermedades profesionales. Según la Organización Internacional del Trabajo, cada año mueren en el mundo más de dos millones de personas mientras desarrollan su actividad laboral. La precariedad laboral está en el origen de esta lacra social y la situación empeora de un año a otro. En los dos primeros meses de 2019 contabilizamos casi tantos accidentes mortales como los que se produjeron a lo largo del año pasado. Por eso insistimos en la necesidad de cambios en la normativa y en las políticas.

Pero este año es diferente, porque nos enfrentamos a una crisis mundial de salud pública inédita, que ha sobrepasado los límites de nuestro sistema sanitario y que ha paralizado la actividad económica de nuestro país y matado a miles de personas. Por eso, este 28 de abril, la UGT quiere mostrar sus condolencias por las víctimas, pero también mostrar su apoyo para todas las personas de los servicios esenciales que ponen en riesgo su salud y dan la batalla para garantizar la viabilidad de la sociedad.

La situación que vivimos, desgraciadamente, ha dejado constancia de lo que siempre ha defendido y denunciado nuestro sindicato: que la salud laboral forma parte indisociable de la salud pública y que las políticas de austeridad como receta única para salir de la anterior crisis trajeron consigo recortes de servicios públicos que ahora son imprescindibles, como la sanidad, y una reducción de las inversiones en prevención de riesgos laborales en las empresas y en políticas públicas activas en materia preventiva.

Por esto, más que nunca es necesaria la actualización de la ley de Prevención de riesgos Laborales. La norma cumple 25 años este noviembre, y que aunque es una de las mejores de Europa, se debe adaptar a situaciones como la actual. Incidimos en la necesidad, dentro del dialogo social, de poner en marcha las negociaciones para la aprobación de una nueva estrategia española de seguridad y salud en el trabajo, que deje de contemplar la prevención como un negocio y la vea como un derecho.

La gestión se ha externalizado a través de servicios de prevención ajenos, que en muchos casos se han limitado a tramitar la documentación requerida para cumplir con la ley desde un punto de vista formal y que con la llegada del COVID-19 han desaparecido. Esto no puede ser.

Para lograr la plena integración de la salud laboral en la salud pública es precisa una mayor coordinación entre las administraciones estatales y autonómicas, logrando así que se dejen de reducir las plantillas de organismos como el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales y que se refuerce la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social, que en la actualidad cuenta con una de la ratios de inspectores por población ocupada más baja de Europa.

Además se requiere una revisión periódica del listado de enfermedades profesionales que apenas ha sido modificada desde su publicación en 2006. La aparición de las nuevas tecnologías trajo consigo nuevos riesgos que, al no ser reconocidos es como si no existiesen a efectos de su prevención y protección. Y lo que no se previene no se combate y puede terminar en muerte.

Es fundamental, en la actual situación del COVID-19, que las empresas faciliten a todos los trabajadores y trabajadoras las medidas de protección colectiva, sobre todo de distanciamiento social, y todos los equipos de protección individual que sean necesarios para evitar el contagio propio y ajeno del virus.

UGT seguirá trabajando a través de los miles de delegados y delegadas de prevención en los centros de trabajo para afrontar esta crisis sanitaria, exigiendo el cumplimiento de la normativa y negociando los protocolos de reactivación de la actividad. Y continuará denunciando aquello que sea preciso, porque para la Unión General de Trabajadores lo importante es la salud de los trabajadores y no debemos consentir que el sistema económico se anteponga a la vida.

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