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Diario de un náufrago

La resaca

La falta de transparencia en los datos de la pandemia en China y en España

Tokio: Lo que no vemos es también lo que más nos obsesiona, porque cuando han empezado las dudas no es fácil detenerlas.

El Profesor: Vamos a llevar a cabo un plan que sería tachado de locura por cualquier en sus cabales. Así que olvídense de sus cabales.

Día 24

Ya predije que las miserias quedarían al descubierto cuando bajase la marea. Es la famosa resaca. Hay que aguantar las famosas expresiones que los periodistas, como gaviotas idiotas, empiezan a hacer tristemente célebres. Expresiones como doblegar la curva. No se dan cuenta de que la curva ya está doblada. Habría que darles un curso de geometría diferencial. El Ministro no sabe si está en el pico o está en el valle, y la capacidad predictiva del señor Simón ha quedado muy tocada cuando anunció que no habría ningún muerto y muy pocos infectados. Y los chinos partiéndose en casa de la risa... Esta semana me escribió un escocés, David Lloyd, que había visto nuestro trabajo en una revista de salud europea: la entrevista que me hizo una periodista francesa residente en Madrid. David me envió su análisis de la situación china y me pidió que le echase un vistazo con los algoritmos que he desarrollado. Determinamos cada día (en función de lo que declaraban) el número máximo de infectados y de muertos que generaba la estadística china. El resultado fue llamativo: el día 12 de febrero los chinos habían declarado 44.653 infectados en Wuhan y 1.113 muertos, y al día siguiente pasaron a 59.804 infectados y 1.367 muertos. Esta gran discontinuidad del número de infectados en un solo día originó que el número máximo de infectados y el de muertos estimados fuesen negativos. El modelo muestra que hubiesen pasado de 50.000 a 110.000 infectados, para luego descender a los 81.000. Los muertos se dispararon en un día a 5.000, para luego descender a los 3.300 que han declarado oficialmente. En esas mismas fechas se dieron de baja 21 millones de líneas móviles. Es un truco numérico muy sencillo: se introduce una gran discontinuidad y se redefine la dinámica para llegar a donde se quiere llegar. Creo que los gobiernos deberían pedir responsabilidades al Gobierno chino por haber falseado los datos, y a la OMS, cuyo papel ha sido deplorable. El análisis del coeficiente básico de transmisión indica que en 30 días la pandemia estaba controlada, cuando en Europa se tarda más del doble. No soy legalista, pero, obviamente, existen claras responsabilidades económicas y civiles por esta pandemia que generará cientos de miles de muertos a nivel mundial.

Día 25

Otra palabra que me genera sarpullidos es desescalada. ¿De qué hablan? El número de muertos en España sigue aumentando y posiblemente superemos la cifra de 30.000. El confinamiento ha sido la única salida viable en un país desbordado por la realidad y carente de toda previsión. Un simple análisis de los datos de la pandemia indica que todo empezó a crecer exponencialmente a partir del 20 de marzo. ¿Qué se hizo desde que se conoció el primer caso? ¿Por qué no se estudiaron en detalle los datos de China y, sobre todo, de Italia? Es lógico que cualquier ciudadano no estuviese al corriente, pero Salud Pública Nacional debería haber advertido la gravedad de la situación y lo que podría venirnos encima. Nada de nada. Estoy hasta las narices de esas frases grandilocuentes: "Este virux lo paramos entre todos". No me creo nada. Hoy, interpretando los datos de Asturias, el Principado declaró 45 personas ingresadas en la UCI, y el mismo día el Ministerio de Sanidad declaró 134. ¿Cómo puede haber este desmadre? Así no se pueden tomar decisiones, pues, aunque 134 sean casos totales que han estado ingresados en UCI, esta no es la imagen actual de nuestros hospitales. ¿Qué comité de expertos va a decidir con datos no curados que quedemos o salgamos de casa? Predigo que, si continuamos así, habrá insumisión, porque a falta de trasparencia todo carece de sentido.

Día 26

Luego está el papel de la ciencia, que en esta crisis va a quedar muy tocada. Tiene razón el premio Nobel francés Luc Montagnier, al cual están poniendo verde por afirmar que el virux podría haber sido manipulado artificialmente. Tenga o no razón, la ciencia debe estar abierta a la discusión. Tampoco está claro su verdadera virulencia, porque preferentemente se han hecho test a aquellos que han mostrado síntomas. En Asturias, por ejemplo, se han hecho hasta la fecha 49.000 pruebas y se han detectado 2.600 positivos, con 249 defunciones; es decir, un 5,5% y un 0,53% de mortalidad. Sobre el total de la población sería un 0,26% de incidencia y un 0,025% de mortalidad. El caso de Asturias es parecido al de Islandia (1.800 infectados en 46.000 muestras), con una población de 364.000. Calcularon un 0,3% de casos sintomáticos y otro tanto de asintomáticos. Si tenemos en cuenta que el virux desaparecería en 60 días si no hubiese confinamiento, ¿se puede secuestrar así la actividad de una región? ¿Y por qué afirmo que en 60-70 días el virux podría desaparecer? Porque lo hemos simulado. Coincido aquí con el matemático israelí Isaac-Ben Israel.

Nunca la disidencia ha sido tan necesaria. La ciencia ha sido confinada. Tiene razón el señor Barbacid cuando plantea: ¿cómo es que la ciencia no es un actividad esencial? ¿Cómo es que no ponemos todas las máquinas PCR a funcionar? ¿Cómo es que entre los centros acreditados para hacer dichos análisis no están organismos de investigación biosanitaria y se les ha otorgado ese privilegio a otras empresas? ¿Dónde están los famosos respiradores que se anunciaron a bombo y platillo? ¿Parados en la burocracia de los despachos? ¿Dónde está el análisis del perfil de los fallecidos? ¿Cómo es que todavía se duda de que existe un perfil genético que desencadena la lluvia de citoquinas que genera el fatal desenlace, si los únicos fármacos que se han reposicionado con un cierto éxito sirven para tratar enfermedades autoinmunes? ¿Por qué no se han extraído muestras de ARN de enfermos severos, comparado con asintomáticos y diseñado un panel genético para detectar los casos severos que generan las necesidades sanitarias? ¿Por qué los países que vacunan la tuberculosis parecen tener una menor mortalidad? ¡Son tantas preguntas sin respuesta...!

Día 27

Este virux ha hecho una trágica "semeya" de nuestra sociedad. Somos incapaces de fabricar una triste mascarilla; los respiradores llegan cuando las UCI se están vaciando; solo interesa la construcción; los espárragos, las fresas y los melocotones no hay quien los recoja, cuando antes de esta crisis había casi el 15% de paro, y hoy ni se sabe. También ha servido para denunciar la situación que en muchas residencias sufren nuestros mayores, de los cuales hemos heredado lo que somos. Solo Chicote meses antes fue capaz de denunciar esta situación, y solo se centraba en la calidad de los alimentos. No hace falta que me aten a una cama, ni tampoco que me amordacen. Ya he dicho lo que tenía que decir. Las indecisiones del señor rector me parecen irrisorias. Sé fehacientemente la nota que pondré a mis alumnos y cómo evaluarlos.

Estamos hartos de decisiones arbitrarias. Es hora de que algunos asuman responsabilidades y de que nos pongamos manos a la obra con las precauciones adecuadas basadas en decisiones informadas. ¡Sin más dilación! Es importante cuidar la salud, pero también entender que sin actividad económica tampoco habrá salud.

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