Asistimos impertérritos a una situación caótica, cambiante día a día, y seguramente desde que finalice este artículo hasta su publicación pasarán cosas que lo dejarán desactualizado. Sin embargo, hay una constante desde la moción de censura del PSOE y sus socios hasta la fecha: la traición, la felonía y la falta de escrúpulos del presidente del gobierno.
Como el marido que tiene una aventura fuera del matrimonio, empieza a inventarse una historia paralela para mantener su doble vida. A los españoles nos cuenta que no dormiría tranquilo con un comunista de Podemos como socio y cuando amenazaba la pandemia se rodeó de un equipo de hombres serviles para decirnos que aquí no había peligro, que en España no habría más que unos pocos casos puntuales. Cuando estábamos en lo peor de la pandemia nos "vende la moto" de un mando único centralizado para gestionar la compra de material sanitario y lo primero que descubrimos fue que el material adquirido era defectuoso (tests no apropiados, mascarillas y EPIs que no cumplían los requisitos técnicos, etc.); eso dificultó el desarrollo de respiradores en las fábricas nacionales que voluntariamente habían diseñado prototipos que podrían haber ayudado a los enfermos ingresados en los hospitales.
Así como el marido infiel teje una red de mentiras a su alrededor, Pedro Sánchez ha tejido una gran telaraña gracias al poder mediático de la izquierda que domina los medios de comunicación, la desprestigiada Televisión Española, las TV privadas dominadas por empresarios italianos, ávidos de recibir subvenciones, los periodistas estrellas que atacan a todo aquel que ose disentir y ahora se han lanzado a por los medios digitales y las redes sociales. Han creado las agencias de verificación de trolas, pero sólo se acuden a dos agencias, Newtral y Maldita, creadas y dirigidas por gente afín a la ideología comunista, y que, oh casualidad, duermen en la misma cama que los periodistas estrellas de las cadenas de televisión privadas, que reciben millones del gobierno socialista.
Una vez tejida la red de mentiras y las bases en las cuales mantenerlas, siguiendo el manual del marido infiel, o el manual de instauración de una dictadura comunista ideado por el Foro de Sao Paulo, el protagonista de la aventura preparará el asalto a la casa conyugal. Para eso tendrá que expulsar a la mujer legítima, a la madre de sus hijos. Esto en nuestra realidad lo podemos identificar como el asalto definitivo al poder, acabar con quién pueda destapar su infidelidad o sustituirle en el poder, la muerte de la democracia y de la libertad de expresión.
La instauración de un régimen dictatorial en el cual sólo sean admisibles los valores de la extrema izquierda necesita de un campo de cultivo bien preparado, bien arado, abonado y limpio de malas hierbas. La sociedad española está adormecida, los medios de comunicación dominados y obedientes, ninguna voz discordante que pueda alertar a un ciudadano que sospeche de la infidelidad del presidente hacia los españoles, un paupérrimo nivel educativo para que los niños no salgan de la escuela con un pensamiento no afín al ideario comunista y el poder judicial al que ya le dicen directamente desde el gobierno qué tipo de sentencias debe dictar.
En este punto de la historia del marido infiel nos encontramos, pero la realidad es que el adúltero en nuestro caso no es tal, sino que es un aspirante a dictador de extrema izquierda. Hay una lucha de egos en el gobierno entre dos "machos alfa" que aspiran a ser el líder de un régimen socialista o comunista, y que están esperando al momento oportuno para traicionarse el uno al otro y quedarse con los votos y el poder del otro. Estos dos aspirantes a ser el Hugo Chávez español van dando pildorazos a los españoles anestesiados para que vayamos asumiendo en pequeñas dosis algo que no es normal, algo que si nos lo cuentan hace veinte años nos hubiéramos escandalizado. El manual está desarrollado por el Foro de Sao Paulo y su tercera fase va dirigida a la incautación de la propiedad privada. Ya han dejado caer varios globos sonda en este sentido, y aunque ahora digamos "eso no puede pasar aquí", en Venezuela también decían eso en 1998 y por no hacer caso de las señales, llegó Chávez e hizo del país más rico y capitalista de Hispanoamérica el país más pobre de todo el continente americano.
