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Alejandro Ortea

Varadero de Fomento

Alejandro Ortea

Estaciones bailarinas

De nuevo la tomadura de pelo y vuelta atrás de la ubicación de las terminales de tren

Se duele el actual secretario municipal de que la gentil dama de Carbayonia, con sus atribuciones de primera autoridad de la localidad, le haya puesto en órbita exactamente con el mismito método que aplicó a su antecesora la caritativa cirujana, antecesora a su vez de la actual paracaidista. Salvo una pequeña diferencia: el cesante secretario cumple la edad reglamentaria de jubilación y lo que solicita es la gracia de una prolongación que no le ha sido concedida, mientras que a su antecesora en el cargo, más joven que él, la apearon del cargo por simple falta de confianza. Así ahora, el hombre, tendrá más tiempo para cultivar la música: todo son ventajas.

No es tan ventajoso el jueguecito que el ministerio de Transportes y todo eso, el de Ábalos, vamos, se trae con la localización de las estaciones: está claro que por estribor gusta una estación central más hacia el museo del Ferrocarril y por babor se prefiere la zona de Moreda. Son unos metros, pero es un "casus belli" que nos trae a mal traer, porque llevamos con este bailecito más de veinte años y ya parece que estuvo bien de hacerse unas risas a costa de un servicio fundamental para los ciudadanos de esta villa marinera y su concejo. A cambio de este nuevo corrimiento, los del entrono de Ábalos ofrecen acercar hacia la Casa Rosada la parada del metrotrén, con lo que la centralidad de las cercanías se hace más central si cabe y justo en el núcleo actual de las principales líneas del bus urbano. Otro baile para añadir a la inveterada tomadura de pelo ministerial que ya es un clásico desde hace lustros cada vez que cambia de titular -y hasta de nombre- el ministerio de marras. Y la gentil dama, echando su cuarto a espadas en apoyo del ministerio al sacar de la manga su propio estudio.

A las sucesivas alcaldesas, van tres, las marean y hasta engañan; para los del gobierno del Principado, como la cosa no queda por donde las cuencas, tampoco resulta algo primordial y así tenemos que los gijoneses quedamos fastidiados y sin un servicio que viene a ser esencial. Es una pena y hasta da algo de rabia que, ni aun siendo las tres administraciones concernidas del mismo sello político -situación que se ha dado varias veces- sean capaces de llegar a un acuerdo satisfactorio. Para dorar la píldora de este nuevo y desesperante baile, se habla del ahorro de unos milloncejos. Simples disculpas para ocultar la falta de eficacia del gobierno local en primer lugar. Es una vergüenza manifiesta.

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