La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Hacia la cascada

Una reflexión sobre la gestión de la crisis del coronavirus

Estaba claro que tendremos un verano atípico, sin eventos masivos ni fiestas de prau, pero también sorprendente está siendo la gestión de la llamada desescalada, o sea reapertura. Hay que reconocer que el impacto de la pandemia en Europa está siendo tremendo en contagiados y muertes, y eso que lo del cierre de Wuhan al principio de año nos podía parecer exagerado, y ahora lo puede ser en decrecimiento económico y desempleo, pero a unos nos afecta mucho más que a otros: miren los muertos allí en Corea del Sur o aquí en Polonia. Que la tormenta sea muy grande no significa que tengamos que aplaudir a los oficiales, si estaban avisados de la tormenta y el barco va a la deriva, o si su navegación la hacen en base a gracias con la "zeja" o tergiversación de datos. Por mucha propaganda que reiteren, no van a poder engañar siempre. No hay viento favorable para el barco de vela que no sabe a dónde va. Lo de Sanchezstein cada vez se parece más a lo de Zetapé. Se echa en falta una socialdemocracia eficaz.

Coronavirus. No es de recibo que leamos en la prensa que Madrid reporta 11 muertos, que al día siguiente Asturias reporta 6, y el señor Simón, el de "no habrá más que algún caso aislado" antes del 8 M, salga en televisión diciendo que en España el Lunes 1 y Martes 2 ha habido 0 y 0 muertos, sin dar una explicación con un mínimo de racionalidad. ¿Acaso las comunidades autónomas de repente han cambiado el criterio, antes daban muertos confirmados con PCR y ahora están dando datos de muertos a boleo? Excusas tan infantiles en temas tan serios resultan bochornosas, pues desde luego que ha habido un "problema de transmisión" de datos parece grotesco. ¿Hemos estado en España sin Internet el lunes 1 y Martes 2? ¿No funcionaban los teléfonos? Todo resulta más extraño además comparado con otros países de nuestro entorno. En Francia e Italia siguen muriendo por el virus, lamentablemente, 30 o 60 personas al día según dicen. ¿Y en España de repente hemos pasado de 90/60 muertes diarias a 0/10?

Si ya no hay casi muertes y pocos casos: ¿Por qué ha sido tan necesario mantener el estado de alarma un mes más? ¿Cuántos mayores han muerto en las residencias de ancianos? ¿El dinero de los alemanes es infinito? ¿Por qué se ha pactado a escondidas con Bildu la derogación total y urgente de la reforma laboral, que ha propiciado 2 millones de puestos de trabajo entre 2.014 y 2.018? ¿Qué se va a pactar con los sediciosos de ERC en la mesa de negociación, si la independencia unilateral es anti constitucional? Si no sabemos ni cuántos casos reales ha habido ni hay, ni cuántos muertos está habiendo, ni cuántas personas que lo han pasado y superado podrían estar inmunizadas: ¿Con qué criterios puede acometerse la deseada reapertura del comercio o el turismo al inicio del verano? Son sectores básicos para la economía nacional, que representan cada uno más del 10% del PIB y del empleo en España.

Si gobiernan unos comediantes preocupados por pactar lo que sea con quien sea: ¿Qué puede salir bien?

Compartir el artículo

stats