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Elena Menéndez Chorén

Videollamada con la abuela

La pandemia acelera la adaptación de toda la sociedad a la tecnología para acortar distancias durante el confinamiento

El móvil une a familias enteras durante el confinamiento. No es el eslogan de un anuncio sensiblero de la llamada "publicidad emocional", es el poso que ha dejado la pandemia en la sociedad y ha propiciado la aceleración digital, tal como destacaron Irene Cano y María Garaña, altas directivas en empresas tecnológicas, en la última entrega de los "Diálogos para la reconstrucción" de LA NUEVA ESPAÑA. Lo han experimentado en sus carnes. Los chats personales con su familia que vive en Asturias les han hecho sentirse "arropadas".

"Muchas abuelas se han conectado a través de internet con sus familias para no estar solas", apunta la ovetense Irene Cano, directora general de Facebook para España y Portugal. Las videollamadas para escuchar ese "qué bien te veo" -o "qué guapa tas", en versión asturiana- han sido claves para superar el encierro y la distancia. Y entonces ocurrió. Al móvil se le cayó la careta de malvado. Fue perdiendo su fama de adictivo, dictador y rastreador. Cano lo califica como la "positivación de la tecnología".

El teletrabajo, las clases online, las consultas médicas en vídeo para no saturar la sanidad o la adaptación forzosa del pequeño comercio al mundo digital han fomentado ese cambio de paradigma. Los productores locales de hortalizas comenzaron a comunicarse con su clientela por Whatsapp para servirles en casa, el pequeño comercio aceleró la venta online y las redes sociales se convirtieron, más que nunca, en un escaparate. Internet pasó a ser el remedio para llevar mejor la enfermedad.

Y sí, la tecnología sigue teniendo sus sombras y mucho trabajo por hacer. María Garaña, ejecutiva internacional que trabajó para los gigantes Google y Microsoft, apuntó a la necesidad de sanar la brecha digital entre clases sociales, tan evidente e inconcebible en el ámbito educativo. Tampoco se olvida de las noticias falsas y los bulos. "Me aterroriza pensar que mis hijos crean que lo que leen en internet ya es verdad", reconoce. Pero se le dibuja una sonrisa al recordar lo activo que ha estado durante el confinamiento el chat familiar "Vacaciones Panes" y como eso "nos dio la vida".

Con la pandemia, a la abuela le tocó subirse rápido al tren digital, pero, una vez hecho, Garaña apunta cuál es el siguiente paso: "ir hacia la transformación digital, en lugar de adaptarnos a la digitalización".

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