En un digital, el eurodiputado Jonás Fernández ofrecía hace días una visión cualitativa de la propuesta de la Comisión de la UE que con un monto de 750.000 millones de euros aspira a revertir la crisis en oportunidad. Como la emisión de deuda para financiarla sería atendida con recursos propios de la Unión, esta tendría que desplegar la nueva fiscalidad europea aparcada. Como en otro caso la deuda gravitaría sobre los países miembros, estos tendrían buenos motivos para apoyar ese despliegue. A la vez, y puesto que la concesión de las ayudas a los países será para programas precisos, se irían alineando con la estrategia de la propia UE. Aunque parezca el cuento de la lechera (y desde luego no resultará nada fácil) Europa se ha ido cementando, grano a grano, con argamasa de optimismo histórico. Anima, que ese espíritu perviva en los que ahora tratan de rehacer nuestro hormiguero.
