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SOL Y SOMBRA

Vendaval de idiocia

El incesante vendaval de la idiocia ha barrido ahora a "Lo que el viento se llevó", que ochenta años después de haberse convertido en la película más taquillera de la historia desparece del panel de HBO por las críticas a sus connotaciones racistas, en medio de las protestas por la brutalidad policial y la muerte de George Floyd. Ambientada en una plantación y en Atlanta, ganó múltiples premios de la Academia de Hollywood, incluida los de mejor película y actriz de reparto que recayó en Hattie McDaniel, la primera afroamericana en ganar un Oscar por su papel de Mammy. La película no se la cuento, ya la conocen: sus personajes negros se muestran felices de beneficiarse de la amabilidad de sus benefactores blancos, fruto de ello es la amistad familiar entre Mammy, la esclava empleada doméstica, y Scarlett O'Hara (Vivien Leigh). Los guionistas, en vez de un esfuerzo reivindicativo propio de nuestros días, se dejaron guiar por la complacencia del momento. Ha ocurrido otras muchas veces en la vida.

Cuando la película se estrenó, en 1939, aún quedaban supervivientes de la Guerra Civil de Estados Unidos que le sirvió de escenario. A la creación artística jamás le resulta fácil desprenderse del contexto y de la historia. Para ser cabales, no se le debería tampoco exigir. Hoy parece más que obvio que esa guerra, que tuvo lugar entre 1861 y 1865 entre la Unión y los estados confederados, fue causada por el deseo de una parte del Sur de tener esclavos, algo que el metabolismo de los intransigentes empeñados en reclamar cuentas al pasado no parecen advertir. Estos inquisidores abundan como los hongos y siempre son partidarios de acabar con lo que no les gusta. Entre ellos se encuentran las legiones de ofendidos y ofendiditos que nunca tienen inconveniente en asumir como una querella colectiva cualquier expresión ajena a su reducido pensamiento, en el caso de que pensamiento sea la palabra adecuada para definirlo. En fin, ¿qué quieren que les diga?, estamos rodeados.

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