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José María de Loma

Otra ronda

Gobierno y oposición, una relación entre cafés y aceite de ricino

Carmen Calvo ofreció el otro día en el Congreso a Cayetana Álvarez de Toledo ir a tomarse un café juntas. Horas después, ésta dijo en Twitter que mejor sería que recetaran una tila a María Jesús Montero. Se nos está metiendo el debate en bebidas, templadas y mañaneras. En un debate vespertino tal vez habrían salido a colación más los gin tonics o los whiskazos. Lo escribo así por que siempre me lío con el plural de whisky. Por eso tal vez el whisky debe ser solo uno. Si son más, ya no sabe uno ni cómo escribir. En este país las cosas se han arreglado muchas veces en un café o con un café, si bien no falta quien prefiere arreglarlas a tortas. Yo a Cayetana, más que con un café la veo con un té exótico en una cafetería fina mirando por un ventanal que diera a un jardín y a Carmen Calvo la imagino con un mosto a media mañana, que siempre tonifica y engaña al cuerpo, que no sabe si es un refresco o un vino. Con tanto café, no hubo debate descafeinado y sí muy bronco. Pese a todo, se aprobó el Ingreso Mínimo Vital, que desde aquí propongo, para que nazca un neologismo, que se llame el "Ivital". He ido a pedir el Ivital. La familia Pérez está muy mal, han tenido que pedir el "Ivital. El "Ivital" no ha tenido opositores a la hora de la votación, sólo Vox se ha abstenido. Ha nacido un derecho en España. Si un día no tienes donde caerte muerto, cosa no descartable, al menos tendrás para comer. Y beber. Aunque sea sin techo, tumbado en el suelo. El PP despotricó lo más grande contra este sueldo pequeño. Cuando alguna vez gobierne, mantendrá tal cosa, como ha hecho tantas veces con otros derechos. Pero no nos desviemos de la cuestión, que eran las bebidas, o sea, la cicuta que se proporcionan los políticos entre sí a través de los medios o en vivo y en directo. Hay tabernas con menos broncas que el Congreso, que no es un sitio para el consenso, el consenso está sobrevalorado, y sí un lugar para formar mayorías que se entiendan. Incluso para el intercambiar ideas. Ciudadanos está proporcionando últimamente un licor digestivo a Sánchez. A cambio les gustaría que éste no diera a ERC y al PNV ni agua. Pablo Iglesias va a lo suyo y cuando habla parece que alguien le ha echado tranquilizante en la bebida. A Marlaska la oposición le está haciendo pasar un mal trago, ahora que se han olvidado de Ábalos, al que, bueno es recordarlo, le estaban suministrando en el gaznate político aceite de ricino importado de Venezuela. Todo están en la idea de pedir otra ronda.

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