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José María de Loma

Dinero negro

La propuesta del PSOE de suprimir las monedas y los billetes

El PSOE ha presentado una propuesta para ir eliminando el pago en efectivo. Muy seguro deben estar de que entre sus votantes no los hay con dinero negro. Es un método viejo: no puedes erradicar una cosa, la prohibes. No aflora el dinero no declarado, prohibes el dinero. Las tarjetas y el móvil, las aplicaciones y tal son muy cómodas y modernas y permiten pagar rápido y sin llevar efectivo encima. El problema es cuando no solo no tienes efectivo encima: tampoco lo tienes debajo. Ni en casa, ni en el banco, ni en ningún sitio. Sin dinero físico, o sea, sin billetes ni monedas, creeremos que todo es una ficción, unos numeritos en una pantalla. La realidad llega luego con las facturas y la inclusión en la lista de morosos. Los fajos de billetes en el colchón o en un calcetín o debajo de una loseta tienen que ser aún miles y miles por toda España. El problema es de picaresca financiera. O de mera supervivencia: en este país se dice más "con factura o sin factura" que buenos días. También es cierto que el que está contratado cuatro horas echa ocho. Si es que tiene trabajo. Y que en no pocos sitios dar los buenos días ya parece que les cuesta dinero.

La proposición del PSOE, que es como de partido liberal tecnócrata en tiempos de bonanza, resulta algo extemporánea. Estamos en un tiempo en el que hay que gastar el dinero, no perseguirlo. Tarde o temprano alguien pronunciará el término amnistía fiscal y los billetes que creemos que no existen, dado que nunca los hemos visto, comenzarán a circular. Malos tiempos para el taco. El fajo. Se avecina una crisis en la industria de fabricación de billeteras. Paro para los de la Fábrica de Moneda y Timbre. Los carteristas también habrán de reciclarse. Ya se lleva no obstante birlarte la tarjeta o los ahorros, cosa que también practican nobles instituciones.

El dinero negro es un problema. Sobre todo para el que no lo tiene. Los ricos ponen nombres, o colores, al dinero. Los pobres solo sabemos distinguir los tipos de deudas que poseemos. El dinero da la celeridad. El dinero da la fertilidad. Dice un proverbio árabe que "al perro que tiene dinero se le llama señor perro", lo cual no es filosofía perruna y sí una verdad como un templo. Como una mezquita. No es muy efectivo hacer leyes sobre el dinero, que tiene sus propias reglas. Tanto a plazos como al contado. Quien paga descansa, pero al españolito le cuesta desprenderse del hábito de pagar con moneda, aunque ahora ya te aceptan las tarjetas hasta para pagar un café. No doy crédito.

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