Consecuencia punible

Sanidad ha concluido que los muertos por coronavirus son exactamente 28.313. Según don Simón hay otros 13.000 que de momento no se pueden ubicar. La contabilidad nos deja perplejos a mitad de camino porque no sabemos todavía hasta que punto se alarga la sombra del virus. Así todo, con una imprevisión manifiesta del Gobierno en materia de salud pública, los peores resultados posibles mundiales en cuanto a contagios y a víctimas de la pandemia, y una inquietud económica creciente, el PSOE sigue siendo, según el CIS de Tezanos e incluso otras encuestas, el partido más valorado por los ciudadanos. ¿Alguien con dos dedos de frente es capaz de entenderlo?

No es que la oposición haya hecho nada por distinguirse en la etapa más complicada y crucial del país en los últimos tiempos, pero en circunstancias normales y en cualquier lugar del mundo quienes gestionan, y a la vista de los resultados lo hacen rematadamente mal, suelen ser los señalados. En España parece diferente. Ya no digo por las maniobras torticeras del estado de alarma, el ataque a otros poderes y la fijación de resumir en los demás el fracaso propio, sino en la simple gerencia de una enfermedad que las autoridades infravaloraron de una manera absolutamente inaceptable cuando ya estaban avisadas del peligro que se cernía. Esto debería tener una consecuencia punible, si no lo vemos así es que estamos absolutamente ciegos y pertenecemos al mundo de las sombras que ya no se conecta con la realidad por puro sectarismo.

Me niego a verme reflejado en una sociedad que huye de una circunstancia tan terrible y letal por no juzgar convenientemente a los "suyos". Los "suyos" y los "nuestros" ¿qué clase de mierda es esta? ¿En qué país vivimos? Tenía razón Miguel Delibes cuando decía que entre la derecha y la izquierda jodieron a España, entre todos la mataron y ella solo se murió. Se trata de una reedición.

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