La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

BILLETE DE VUELTA

Francisco García

El muerto, para Calvo

El encargo del presidente regional a su lugarteniente para que acometa la modernización de la estructura administrativa del Principado se antoja manzana con gusano dentro. Se trata de una tarea ciclópea de la que, en primer lugar, conviene valorar si se lleva a cabo en el momento más oportuno, en medio de una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes que azotará a esta región más que a otras si no se toman medidas de inteligencia y coraje. ¿Es la mayor urgencia que debe afrontar el Gobierno regional en esta época la de replantearse el modelo de Administración?

Lo que se haga va a enfrentar, de inicio, el rechazo frontal de los funcionarios. Los mensajes iniciales resultan tibios, pero posiblemente conduzcan, en el fondo, a un adelgazamiento de la nómina de empleo público. Va a necesitar Juan Cofiño armarse de paciencia y esmerarse en el diálogo y el consenso con los sindicatos, que le van a recibir de uñas y con la escopeta dispuesta a la perdigonada. No va a resultar toreo de salón para el Vicepresidente recibir a ese morlaco a portagayola.

Y un tercer asunto no menos relevante aunque colateral al sorpresivo anuncio del presidente autonómico en el fin de la desescalada: ¿qué pasa con las Infraestructuras que suelta Cofiño y se le endosan a Alejandro Calvo, titular de la cosa rural que asume ahora una carga añadida impensable?

Si las arcas no estuvieran vacías y hubiera dinero para invertir en el arreglo de carreteras maltrechas, Cofiño no hubiera soltado ese caramelo. En todos los ejecutivos regionales anteriores, el titular de Infraestructuras era la estrella del Consejo de Gobierno. Al menos hasta que empezó a serlo, por razón de tijera, el consejero, o consejera, de Hacienda. Así que el muerto, para Calvo.

Compartir el artículo

stats