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LNE FRANCISO GARCIA

BILLETE DE VUELTA

Francisco García

Doña Ángela salva a Europa

Angela Merkel ha vuelto a salvar a Europa. La canciller alemana se alió con Macron para poner el cascabel a los "frugales" y restaurar la cabellera de los pedigüeños, que llevaban meses bailando la danza de la lluvia en rogativa sobre el secarral para ver si les caía de Bruselas un diluvio de maná. La reedición del viejo frente franco-germano le otorga al continente, en el peor momento, una convocatoria de gracia.

La dirigente que impuso la austeridad durante las tormentas sobre el euro construyó, con acero alemán, los puentes para el entendimiento entre el Norte y el Sur, entre los menos castigados por la pandemia y los que más sufrieron el azote del coronavirus. Cuando el zamorano José Luis González Vallvé era el director de la Oficina en España de la Comisión Europea y participaba en alguna inauguración de obras financiadas con fondos de la UE, solía decir siempre: "No nos olvidemos que esta infraestructura se ha pagado con el esfuerzo de los trabajadores del Ruhr". La frase puede actualizarse: el paseíllo del Consejo de Ministros lo merecía más la primer espada que el monosabio.

La UE sale reforzada de este envite. Los 750.000 millones de euros recién aprobados son fondos de la mejor cohesión. Blindar Europa es también fórmula magistral para ahuyentar al fantasma del nacionalismo y evitar el progreso de candidatos populistas que, a la vista salta, convierten el ejercicio de la política en un esperpento, en una exhibición de narcisismo. Basta con echar un vistazo a Trump, a Johnson o a Bolsonaro.

La respuesta de Europa a la crisis del covid-19, su propuesta multimillonaria para una reconstrucción solidaria, supone además una decisión geoestratégica que apuntala, en medio de una crisis planetaria y global, la posición del viejo continente en el tablero mundial. Hay fuerzas externas interesadas en fomentar la división de Europa. Ni a Rusia, ni a China ni a Estados Unidos les cuadra, por intereses políticos y económicos, una UE fuerte y unida. A España, y a Asturias más aún, le interesa más Europa que menos.

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