La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

TORMENTA DE IDEAS

Hasta pronto

No hay vacaciones pero toca descansar antes de volver al tajo

Iba a decir, mejor dicho a escribir, que me voy por vacaciones hasta setiembre. Pero estaría mintiendo, porque lo que se dice vacaciones este año, va a ser que no. Me quedaré en casa, encerrada con mis hijos, mi pelirroja y sus padres y con la visita siempre esperada de los que se encuentran a kilómetros de mí.

No hay viajes, ni siquiera demasiadas salidas. Estoy feliz sabiendo que todos estamos bien, sanos, que hemos salido indemnes, de momento, de esta pesadilla? Y esperemos que no se vuelva a repetir. Añoro mi vida, claro, como todos, y pienso egoístamente que no estoy para perder tiempo, ni un verano de mi vida. Pero como hay que ser positivo, pienso que mucho peor tiene que ser para los ancianos, que además del miedo, también les han robado un año, y sigo dando gracias.

Echo de menos especialmente los achuchones, los abrazos y los besos, la cercanía, los amigos y compartir el vaso de sidra. Sueño con los viajes y ahorro para poder irme muy muy lejos cuando todo esto pase. Pero tengo que ser fuerte. Tengo que cuidarme porque sé que en otoño me tocará cuidar de otros. El rebrote me tiene absolutamente alerta, en guardia?

Pero la otra pandemia, la mental, aún no ha brotado del todo y sé que va a ser igual de letal que la que estamos viviendo, así que estamos preparándonos para lo que va a llegar. Para los miedos, la soledad, la frustración, la ansiedad, la depresión, el estrés postraumático, los divorcios? Separaciones que por desgracia han aumentado estrepitosamente . No tengo vacaciones, no las quiero aún. Simplemente trato de descansar esta semana que tengo conmigo a mi hija también y luego volveré al tajo, porque ahora es lo que toca.

Rezo para que este rebrote no sea más que un aviso para que todos pongamos algo de nuestra parte, aunque no soporte esta mascarilla. Y desde aquí un llamamiento a los padres de esos adolescentes con los que diariamente convivo en sus peores momentos, para que traten de inculcarles el respeto y la solidaridad con los demás. Que sí, que necesitan a sus amigos, sus salidas, pero que pueden hacerlo sabiendo que se están jugando no su vida, sino la de sus mayores y es un buen momento para enseñarles algo que no es tan sencillo: responsabilidad. Yo seguiré tratando de ayudar para que las secuelas de esta pesadilla sean, al menos, más leves psicológicamente. Y este mes, simplemente por quitarme un poco de trabajo, les dejo descansar también a ustedes. Me voy de mi periódico hasta septiembre, esperando que a la vuelta todo esté un poco mejor. Todo mi cariño y hasta pronto.

Compartir el artículo

stats